Aún estamos en plena vorágine navideña, en el ecuador de las fiestas como quien dice, pero una vez que las luces se apaguen, los árboles, nacimientos y demás adornos vuelvan a sus cajas y los excesos culinarios de las fiestas asomen en forma de kilos y michelines en nuestros cuerpos, entonces llegará el temido mes de enero.

El 1 de enero suele ser un día más bien un tanto gris, de resaca y de cansancio. Un día perfecto para pasar las horas en el sofá viendo alguna película, y tras él aún queda una semana antes de dar el adiós final a estas fiestas que finalizan, queramos o no, el 7 de enero. Ese día comenzamos a desengrasar la maquinaria de los ya clásicos propósitos de año nuevo, y es cuando también nos topamos de frente con la cuesta, la rampa o deberíamos decir empinada montaña de enero.

Además de los ya manidos deseos de dejar de fumar o apuntarnos a un gimnasio, otro clásico donde los haya es el de comenzar a ahorrar. Las fiestas han dado paso a un agujero monetario para muchos que, por otro lado, era difícil de evitar: las cenas con sus consabidas copas, los regalos para nuestra familia, la lotería que nunca toca pero que nos vemos abocados a comprar por si acaso y así una larga lista que no tiene fin.

En esta historia hay una noticia mala y una buena. La mala es que se nos suele dar mal ahorrar y es fácil plantarse en las siguientes Navidades con la misma problemática: muchos gastos y menos dinero del que nos habíamos propuesto economizar. La buena noticia es que hay nuevas formas de ahorro que poner en marcha. Cuando digo nuevas me refiero a que no voy a hablar del método de añadir 20€ en una hucha cada semana para llegar a diciembre con 1.000 euros de más, ni voy a detallar cómo hacer un Excel de gastos e ingresos, porque todo esto doy por hecho que lo conocemos todos.

En la era de Internet hay formas más sencillas y novedosas de ahorrarnos un buen pellizco. Yo os cuento las tres que más me llaman la atención y que funcionan:

Regifting

Vender por Internet algo que no nos hace falta ya, que nunca hemos utilizado o que simplemente no nos gusta está a la orden del día. Es una forma estupenda de ganar un dinero extra a la vez que “limpiamos” la casa de cosas absurdas que lo único que hacen es ocupar sitio. Pero cuando llega la Navidad, aparecen nuevos objetos: los regalos y (a veces pasa) no nos gustan nada, la talla no es la adecuada o no incluyen el ticket regalo. De hecho, un estudio elaborado recientemente por TNS para eBay así lo atestigua: los españoles reciben de media un regalo que no desean en Navidad. Ese es el momento de hacer lo que eBay llama “Regifting” o, lo que es lo mismo, vender el regalo y con el dinero conseguido por la venta “re-regalarnos” uno nuevo al que sí vayamos a darle uso. Y si encima nos sacamos un dinero adicional, pues eso que nos ahorramos. Así de fácil es ahorrar en Navidad.

Cupones descuento

Lo de los vales de descuento es muy norteamericano. Allí, desde hace años, las familias están habituadas a utilizar cupones, no solo en supermercados sino incluso en restaurantes o tiendas grandes y pequeñas, lo que les supone un ahorro inmediato y muy importante. Aunque en nuestro país esta idea nunca ha calado hondo y lo que proliferan son los portales tipo Groupon que nos bombardean con emails de grandes descuentos para ocio, estética, viajes etc., cada vez hay más empresas de productos para el hogar como Procter & Gamble, Unilever o Henkel, así como tiendas y supermercados de la talla de Carrefour que ofrecen cupones a través de sus páginas web. Y es más, han aparecido muchos portales de descuentos directos como Family Check, Muestras Gratuitas o Portal Descuento que, con solo imprimir sus ofertas y presentarlas en el comercio habitual, nos ahorramos un buen pellizco. Aconsejo un paseo virtual por sus portales y tener a mano impresora y tijeras para hacerse con esos cupones.

OCU y sus campañas de ahorro

La Organización de Consumidores siempre está pergeñando una estrategia nueva para que el ahorro llegue a nuestros hogares. Este año han lanzado las campañas “Quiero ahorrar menos gasolina” y “Quiero pagar menos móvil”. Son ofertas de compra colectiva que permite al usuario comparar su gasto actual en gasolina o en telefonía y ver otras opciones del mercado. OCU encuentra la opción más barata y aquellos que quieran pueden suscribirse sin ningún compromiso. Una fórmula para ahorrar en la factura de aquellos servicios que son de uso común para muchos ciudadanos. Y si además eres socio, a través de OCU Plus las compras online en los principales portales de moda, ocio y viajes salen más rentables dado que, al hacerlas a través de su página, obtienes un reembolso de hasta el 10%. Esto es muy interesante no solo de cara a las rebajas de enero sino también para Los Reyes Magos ¡Echadle un vistazo!

Además de estas tres recetas, la tecnología también puede ayudarnos a ahorrar gracias a las numerosas aplicaciones que existen para ello. Es cuestión de gustos, pero algunas de las más completas son Splitwise, Expense IQ o Toshl.

Y esto es solo el principio, porque fórmulas de ahorro hay muchas siempre y cuando se den dos premisas importantes: que queramos ahorrar en serio y que, una vez empecemos con las actividades de ahorro, seamos tan constantes como si estuviéramos haciendo una dieta. Con todo esto estoy segura de que la cuesta de enero será más llevadera ¡Suerte y felices fiestas!