El pasado mes de diciembre se conocieron las cifras definitivas del Padrón español correspondiente a 2015. Los números reflejan una caída de la población española por tercer año consecutivo en 2014.

El número de personas registradas en el padrón municipal español descendió en 2014 en 146.959, situándose a 1 de enero de 2015 en 46.624.382 habitantes, según el Instituto nacional de Estadística (INE). El padrón, que durante todo el comienzo del siglo XXI creció incluso en los primeros años de la crisis llegando en 2012 a un máximo de 47,2 millones de personas empadronadas, encadena así su tercer año consecutivo de descensos.

El cambio de tendencia se debe a un mayor número de defunciones y de emigrantes que han regresado a sus países. El número de extranjeros residentes en España se situó el pasado año en 4.718.864 personas, con un descenso significativo, de 304.623 personas.

Durante los años 2011 y 2012 las inscripciones netas de extranjeros ya fueron negativas (–15.229 y –190.020, respectivamente). En 2013 se produjo el mayor descenso (–545.980) y en 2014 el saldo ha sido también bastante alto.

Diferencias regionales y provinciales

Madrid sigue siendo la más poblada a nivel provincial con 6,4 millones de habitantes, seguida por Barcelona con 5,5 millones, mientras que Soria y Teruel son las más despobladas con 91.000 y 138.000 habitantes, respectivamente.

En el último año la población disminuye en todas las comunidades autónomas excepto en Illes Balears (517 personas más) y Región de Murcia (231 más). También aumenta en la ciudad autónoma de Melilla (988 más). Comunidad Valenciana (–27.673), Castilla y León (–24.049) y Castilla-La Mancha (–20.093) registran las mayores reducciones de población en términos absolutos entre el 1 de enero de 2014 y el 1 de enero de 2015. Por su parte, los menores descensos de población corresponden a País Vasco (–90 personas), Comunidad Foral de Navarra (–636) y La Rioja (–2.184).

En términos relativos, las mayores reducciones de población se presentan en Principado de Asturias, Castilla-La Mancha y Castilla y León (–1,0 % en todas ellas).

El crecimiento vegetativo negativo se da por vez primera en España

Otro dato esclarecedor del invierno demográfico que vive nuestro país son las cifras sobre nacimientos, defunciones y matrimonios. El informe, elaborado con datos de 2014 y del primer semestre de 2015, constata su paulatino envejecimiento.

El Instituto Nacional de Estadística acertó en sus previsiones del pasado año al estimar que sería en 2015 cuando se cruzaría la línea roja del crecimiento vegetativo negativo. Por vez primera ha sucedido en el primer semestre según los datos provisionales. Durante los seis primeros meses del año murieron 19.268 personas más de las que nacieron, con lo que por primera vez este saldo es negativo en un solo semestre.

Ese hecho, que no se registra en ejercicios completos desde la Guerra Civil o la epidemia de la gripe española en 1918, podría no ser definitivo debido a que los primeros meses del año hay un incremento sustancial de defunciones, respecto al segundo semestre, pero lanza una señal de alarma en torno a un problema que sufre la sociedad española.

En el primer semestre de 1999 se produjo también un crecimiento natural negativo que se corrigió en el segundo. "Cabe señalar que los primeros semestres de cada año se caracterizan por presentar saldos vegetativos más bajos que los registrados en el conjunto del año, al tener mayor mortalidad y menor natalidad que los segundos semestres. No obstante, un saldo negativo durante el primer semestre no implica necesariamente que se mantenga para el conjunto del año", advierte el INE.

Envejecimiento progresivo de la población

El Padrón publicado por el INE refleja cifras bastante esclarecedoras. Por ejemplo, el número de mayores de 65 años. El pasado año vivían en nuestro país 8.572.779 personas mayores, lo que representa ya el 18,39 % de la población total. Y en algunas provincias del interior de España la situación de envejecimiento es mucho más elevada.

Esta cifra contrasta con la de menores de 14 años de nuestro país. Solo hay 7.007.970 niños en España, un millón y medio menos que de mayores.

Elevado índice de envejecimiento

Uno de los indicadores más importantes para conocer el envejecimiento de la población es el índice de envejecimiento. Se obtiene dividiendo el número de mayores de 65 años entre el número de menores de 15 años. Si el índice de vejez presenta un valor superior a 1, sabremos que hay un elevado envejecimiento de la población.

Si nos atenemos al Padrón de 2015, tenemos un dato elocuente: el índice de envejecimiento se situó en 1,22, bastante por encima de 1.

Otros datos demográficos

También hay cifras positivas, como el aumento de la longevidad. La esperanza de vida al nacer se incrementó hasta los 82,87 años. En 20 años ha crecido en 4,86, lo que supone un avance del 5,8%. La comunidad donde es más baja es en Andalucía, con 81,72, y donde es más alta es en Madrid, 84,22.

Por otro lado, se registra un aumento de la tasa de natalidad. La tasa bruta de natalidad aumentó en 2014 hasta el 9,17 por mil. Con ello, confirma la leve mejora iniciada en 2013 al avanzar por segundo año consecutivo. Hasta 2013 llevaba cinco años cayendo. Este repunte se ha visto condicionado, sin embargo, por el descenso del conjunto de la población ya que el número total de nacimientos cae a su nivel más bajo desde la primera mitad de 2002 con 206.656.

Además, el número de hijos por mujer aumentó en 2014 hasta 1,32 (en 2013 fue de 1,27). No crecía desde 2008.

Asimismo se sigue registrando un progresivo aumento de la edad media con la que los españoles acceden al primer matrimonio. En la actualidad se sitúa en 33,3 años. Hace diez años estaba en el 30,2. En 1994, era de 27,9 años y allá por 1984, en 25,8. La comunidad donde se casan antes es en Murcia, con 32,18 años.