Hay una discusión interesante relacionada con las reservas disponibles de petróleo a nivel mundial y la pregunta que todos se hacen es: ¿por cuántos años podremos seguir consumiendo la misma cantidad de petróleo que consumimos hoy? Las respuestas son múltiples, pero la conclusión infalible es que estas reservas son limitadas e, independientemente del problema del calentamiento global, tendríamos que reducir el consumo de petróleo y encontrar fuentes de energía alternativas antes de que sea demasiado tarde.

Pensando sobre esto, me pregunto ¿qué sucedería si el petróleo terminase antes de poder ser remplazado? Y la respuesta es más trágica de lo que uno puede imaginarse: parálisis total del transporte, aumento de los precios de todos los bienes de consumo, especialmente de los productos alimentarios, una reducción de la productividad agrícola, hambre, migraciones, conflictos armados, la despoblación de las ciudades por falta de abastecimiento, inestabilidad social, caos, aumento de la mortalidad, muerte y reducción de los animales domésticos, aumento de los costos de la extracción de minerales, una drástica reducción de las materias primas que necesitan petróleo para ser producidas y elaboradas. Aumento de la desocupación y un cambio radical de nuestra forma de vida, sobre todo en las partes del mundo, donde la densidad de población es alta.

Pero antes de que el petróleo se agote completamente, viviremos un periodo de guerra y destrucción que es difícil de imaginar. Un ejemplo de posibles escenarios es la situación en Siria en estos momentos o lo que está pasando en Egipto, donde la falta de alimentos es siempre mayor y la capacidad de producirlos o comprarlos siempre más baja.

Europa será invadida por migraciones incontroladas y se construirán barreras para impedir el ingreso de una cantidad creciente de emigrantes. La globalización terminará bruscamente y se reducirán las distancias a un mínimo intolerable para el posible transporte de productos. Muchos países serán dictaduras y la ilusión de la democracia morirá por siempre.

Pocas personas piensan en la cantidad de energía, es decir, petróleo, utilizado en la producción, por ejemplo, de 1.000 calorías en alimentos, o la cantidad de kilómetros que viajan los productos que consumimos cotidianamente. Pero en práctica son muchos y esto implica energía, y energía significa petróleo. Si convertimos el petróleo usado en el transporte en calorías esta cifra será superior a las calorías que contiene el alimento transportado y por esto un costo mayor al de los alimentos.

Ninguna civilización en la historia de la humanidad ha sido tan dependiente de un solo producto o fuente de energía como somos nosotros actualmente y el producto se está agotando rápidamente y para sustituirlo se necesita aún más petróleo, y en una medida tal, que la cantidad de energía necesaria para producir energía por fuentes alternativas es superior a la producción que estas nos darán. El costo energético de producción del aluminio, por ejemplo, es enorme y este se usa en gran escala en la producción de paneles solares. La extracción de petróleo en pozos marginales requiere siempre más petróleo y esta dependencia enorme es siempre más insostenible y representa una amenaza a nuestra civilización.

Una enorme cantidad del gas consumido en Europa proviene del norte de África y de Rusia y también este, un día, terminará, y el primer paso de los productores de gas y de petróleo será dejar de abastecer a otros para abastecerse a sí mismos y esto, en sí, será un casus belli y estas guerras marcarán el inicio del fin de una civilización basada en la entropía, el desequilibrio, la insostenibilidad y un desorden que niega al mismo tiempo las leyes de la naturaleza y la vida.