La decisión de Reino Unido de iniciar el proceso de abandono de la Unión Europea es visto por muchos países del bloque como una oportunidad para superar la crisis. En España, Madrid se moviliza para ser la capital financiera y Miranda de Ebro ‘vende’ su estratégica ubicación para la industria.

El paso inexorable del Reino Unido hacia el brexit generó un tsunami en los mercados europeos y, en paralelo, movimientos tectónicos en la industria del viejo continente, deseosa de recoger el posible capital que abandone la city londinense.

El territorio europeo se moviliza para generar interés y ser punto de referencia ante posibles proyectos. No hablamos solo de puntos industriales y financieros sólidos como París o Fráncfort. Hay regiones que quieren reclamar para sí una parte del pastel. Madrid, por ejemplo, ha iniciado una afanosa carrera para atraer a las grandes firmas que ponen en duda su estancia londinense. También localidades como Miranda de Ebro preparan una base de argumentos para traducir ese capital en inversiones que recuperen el tejido industrial y logístico del norte, arrasado por la coyuntura.

Una aventajada red de comunicaciones por ferrocarril y carretera posicionó la zona como motor industrial. Ahora, con un 15% de paro a finales de 2016, surgen alternativas para encauzar la situación como la que representa Miranda Empresas, un proyecto auspiciado desde las instituciones, empresas y colectivos. Un pacto social único en el país.

Razones para invertir

Con el fin de reverdecer el tejido industrial de la región se ofrece una serie de ventajas a los inversores.

Una de ellas es la disponibilidad de suelo gratis durante los primeros años en los que se establezca la actividad empresarial. También opciones de compra a mitad de precio y de arrendamiento vitalicio por sólo el 1,5% anual de coste, ofreciendo fórmulas de acceso al suelo industrial adaptadas a las necesidades de cada empresa, en su alrededor de tres millones de metros cuadrados de terreno disponible.

Se incluyen bonificaciones fiscales que anulan o reducen significativamente los costes en impuestos directos, durante los años necesarios para que las empresas crezcan con garantías.

Las entidades financieras locales se comprometen a apoyar el crecimiento industrial con préstamos ventajosos para nuevas compañías y aquellas que quieran ampliar, mejorar sus instalaciones o comprar maquinaria y equipamiento.

Para facilitar todos los trámites, los inversores contarán con un punto de atención empresarial donde gestionar la documentación y peticiones con las administraciones.

La región está situada en una posición privilegiada, a unas pocas decenas de kilómetros del País Vasco, Burgos y Logroño, y a 150 de Francia. Se ubica en una conexión clave por carretera en pleno Eje del Ebro y por ferrocarril con varias ciudades (Madrid-Irún-París, Lisboa-Irún-París, Bilbao-Barcelona, y Madrid-Bilbao); con una alta proximidad a importantes puertos como los de Bilbao (90 km), Pasajes (120 km) y Santander (160 km); y muy cerca de los aeropuertos de Vitoria (30 km), Bilbao (90 km) y Burgos (80 km).

Un objetivo clave es la implementación de sectores estratégicos que se integren con los ya consolidados y atractivos desde una perspectiva desarrollista sostenible. Apostar por la I+D+i y las TIC para revertir una situación de ‘pérdida de tren’ que situaba a España por detrás de países del entorno. La experiencia y el apoyo de gigantes del ámbito ferroviario (Talgo), aeronáutico (Aciturri), logístico (JSV Logistic), farmacéutico o biotecnológico pueden resultar determinantes en el esperado ‘efecto llamada’.