En una entrevista al diario La Tercera, Giorgio Jackson, diputado electo por el Frente Amplio (FA) decía: «Es que no vamos a ser oficialistas. Y eso inmediatamente te para en la vereda de la oposición, pero constructiva, dije yo. Si ellos plantean terminar con las AFP en un proyecto de ley el 12 de marzo, poniendo un caso hipotético, vamos a estar apoyando aquellos cambios». En otra pregunta agregaba: «Vamos a estar con plena autonomía, porque somos un proyecto político distinto al de la Nueva Mayoría».

Yo voté este domingo por el FA. Concuerdo con lo que señala Giorgio respecto a que el Frente Amplio no funciona ni puede funcionar como lo hacen los partidos tradicionales. Estos últimos funcionan «tratando de interpretar» lo que la gente necesita. No escuchan. Pagando «favores políticos». A veces, tratando de mantener muchas de las cosas que la gente desea cambiar debido a «compromisos adquiridos» a veces con desconocimiento de la ciudadanía.

El FA, en cambio, funciona sobre la base de escuchar a la ciudadanía con un sistema participativo relativamente organizado. En ese sentido decir, «se traspasan los votos del FA a Guillier», no sólo es una tontera sino que fundamentalmente es una negación de la esencia del FA. Un partido tradicional se siente «dueño de los votantes que lo apoyaron». El FA no tiene ese tipo de conceptos dado que sus votantes lo apoyan por ser un modo distinto de «hacer política». Por no utilizar la manipulación politiquera. Por encarar diversas maneras de analizar los problemas y los proyectos, todas estas como parte de un diálogo y de trabajar en equipo, escuchándose. Tratando de que no exista el «cambulloneo politiquero» tan propio de como se hace política actualmente.

Quienes votamos por el FA lo hicimos fundamentalmente porque ya no confiamos en la política tradicional, en su manera de hacer política. Eso lo entiende muy bien Giorgio y la entrevista referida lo refleja claramente.

Por otra parte concuerdo con lo que el señala en esa entrevista: «Piñera no le conviene a Chile». Esto, pensando en las necesidades de la mayor parte de los chilenos. Sabemos históricamente que la derecha o centro derecha trata de que las cosas «se mantengan» o que cambien lo mínimo posible de manera de no tocar los privilegios de quienes detentan el poder. Piñera sin duda que representa además una mezcla altamente peligrosa: «negocios privados y política pública». El uso de información privilegiada para hacer negocios, por más «honestas intenciones» que se pueda tener es algo inevitable.

Mucha gente que vota por Piñera razona: «Como es uno de los hombres más ricos de Chile, no robará». Sin duda que eso es posible. Pero lo que es inevitable en un hombre de negocios es que cada vez ambiciones más poder. Seguramente que no va a «robar» en términos corrientes, pero tendrá muchas maneras de consolidar su riqueza. Y Piñera es un hombre de negocios con sus privilegios definidos y por supuesto que no se hará un «harakiri» económico. Su trayectoria es conocida en que a lo menos ha estado en el límite de la legalidad y de la ética. Por eso, razón tiene Giogio: no le conviene al país.

Conclusión

¿Qué estrategia tendría que tener el Frente Amplio (FA) para apoyar a Guillier en su elección en segunda vuelta para derrotar a Piñera y al mismo tiempo mantener su independencia?

He aquí mi humilde opinión como un ciudadano que anhela lo mejor para Chile:

  • El FA debería tener como estrategia el incentivar a sus adherentes y a quienes votamos por esa coalición a ayudar a elegir a Guillier, pero teniendo muy en claro que no serán parte de su Gobierno.

  • Que podrán trabajar en comisiones técnicas de manera de concordar en aquellos proyectos y acciones más prioritarios para llegar a generar cambios efectivos dentro de los cuatro años de Gobierno.

  • Que a fin de generar proyectos y/o acciones que tengan claridad y pulcritud, que estén bien definidos en el espíritu de lo que se anhela lograr, ayudarán técnicamente en generar proyectos bien presentados.

  • En especial, deberá conformarse un buen sistema comunicacional con la ciudadanía y de participación ciudadana, de manera que exista claridad tanto en los proyectos presentados como para despejar las posibles dudas que existan de parte de la ciudadanía. Uno de los graves problemas de la Nueva Mayoría es que el Gobierno falló en el aspecto comunicacional.

  • Que recibirán todo el apoyo parlamentario y que ayudarán a generar consensos con otros partidos si ello amerita de manera que sea posible gobernar de manera participativa.

  • Que no participarán en el eventual Gobierno de Guillier a fin de guardar la adecuada independencia como FA ante cualquier posibilidad de que se vuelva a las prácticas de los políticos de los partidos tradicionales.

  • Que lo anterior se traduce en que no se aceptarán cargos de ningún tipo manteniendo así una postura de colaboración activa pero independiente.