¿Cuál es el objetivo de una intervención militar en Siria? Pregunta que tiene la respuesta de «estabilizar» el país. La pregunta que sigue es: ¿se puede estabilizar un país destruyéndolo? Y las respuestas tardan en llegar. Los rusos están en Siria, dicen muchos, defendiendo el Gobierno de Assad. Pero la verdad es que están para poder garantizar una fuerte presencia en el área con bases militares en Siria y para esto les sirve el apoyo del Gobierno actual.

Originalmente, los EEUU, Francia y el Reino Unido, intervinieron el país para combatir a ISIS y favorecer la oposición al Gobierno, que en tierra combatían directamente en contra del ISIS y en esto, el papel de los kurdos, ha sido fundamental. Irán, por su lado, ha intervenido para apoyar Assad e Israel para contrastar la presencia de los iraníes. Arabia Saudita apoya a los rebeldes en su lucha contra Assad y Turquía, que inicialmente estaba en contra de Assad, ha intervenido para derrotar a los kurdos que fueron el brazo derecho en la lucha contra ISIS. Turquía teme más a los kurdos que al Gobierno de Assad y quiere impedir, a toda costa, la creación de un ejército kurdo que pueda darle más fuerza al movimiento independentista.

Este es, en grandes líneas, el cuadro y en este contexto: ¿qué significa estabilizar? Una pregunta que no encuentra fácil respuesta, pero digámoslo claramente: estabilizar no significa bombardear. Los europeos quieren evitar el flujo de refugiados desde Siria. Los Estados Unidos desean retirarse rápidamente de una situación incontrolable y usar este escenario geopolítico con fines internos, como distraer la opinión pública a nivel nacional con ataques sin estrategia clara. Los rusos aparentemente han conseguido lo que buscaban y los iraníes tendrán que afrontar los ataques de Israel y Arabia Saudita. Los primeros en forma directa, los segundos, mediante proxies. Es decir, lo que pueda quedar de los opositores al Gobierno de Assad. El desamparo, además de ser humano, es agravado por una falta total de credibilidad.

El resultado es sólo uno, aumenta la destrucción, las muertes y el sufrimiento interminable del pueblo sirio. Se calcula que la «guerra multilateral y en tantos frentes ha causado alrededor de unos 500.000 muertos. Unos 4 millones ha dejado el país y más de la mitad de ellos se encuentra en Turquía, que recibe dineros de los europeos para asumirse esta responsabilidad. Las condiciones de los refugiados en Turquía, por decir poco, es precaria. Unos 6 millones de personas han sido obligadas a dejar sus casas y desplazarse a áreas más «seguras» y la suma de todos los afectados, nos lleva a casi la mitad de la población del país. No podemos olvidar a los niños, que sufren el doble, perdiendo su familia, raíces, presente, futuro y además su fe en la humanidad.

Siria representa una enorme tragedia a nivel mundial. Pero lo que vemos en este escenario de guerra y conflicto es: la enorme debilidad de Occidente, la falta de planes y estrategias, la incapacidad de encontrar la paz y de negociar, la falta de cualquier acuerdo internacional ante esta trágica situación y, además, un presagio preocupante de lo que podría llegar a pasar en todo el Medio Oriente, que es y ha sido la región más conflictiva e inestable del mundo. Una zona clave que une tres continentes y separa con toda su historia y religiones. Por otro lado, si cada una de las «potencia» mundiales sólo persigue sus propios e inmediatos intereses, la paz en esta zona estratégica jamás será una realidad. Por esto que podemos afirmar que en Siria ha desaparecido totalmente la ilusión de un orden mundial.