Todo empezó con los cambios de color de los monos aulladores de manto.

El científico costarricense Gustavo Gutierrez de la UCR ha venido observando un raro fenómeno en una especie de primate, los monos aulladores de manto. Algunos animales muestran cambios en el color del pelaje, que es naturalmente oscuro. El color amarillento-rojo apareció inicialmente sólo en las extremidades, pero luego fue observado en el tórax y el abdomen: colegas me han contado que han visto animales completamente amarillos, señaló Gutiérrez Espeleta a BBC Mundo. ¿Pero cuál es la causa de esta extraña coloración?

Existen tres teorías para explicar el color rubio de los monos.

Una es que se debe algún tipo de contaminación cuando ellos comen vegetales cargados de químicos usados en la agricultura. Sabemos que en Costa Rica el uso de pesticidas ha aumentado mucho en los últimos años. Una doctora de Barcelona de la Asociación Monotrans, Valentina Chupatodo, que trabaja con orangutanes, ha dado una hipótesis distinta. La experta en prostitución de primates observó que los monos rubios se procrean más que los negros. Es una evolución natural que hace que los rubios sean más populares y por lo tanto, consigan más parejas. Algunos de sus colegas la acusan de racista y de monofóbica.

Estudios de la Universidad Nacional identifican que en esta playa existe una «tropa» de monos cariblancos que se han acostumbrado a que los visitantes les provean de comida e incluso aprendieron a robar. El estudio identificó que estas especies estaban consumiendo alimentos como galletas, mayonesa y hasta frituras. Los monos aprenden de los turistas y han desarrollado mañas como robarles sus carteras, cámaras y móviles. En estos gadgets aprenden mucho de la cultura norteamericana, lo que puede explicar los cambios en su apariencia.

La antropóloga de la Universidad Nacional, Mamerta Salom, especialista en monos y en reptiles con pensiones millonarias, ha observado que los monos oscuros ya casi no se reproducen. Y los monos amarillos-naranja, que tienen más crías que Angelina Jolie, han ido desapareciendo de la zona. Ella opina que al mirar las fotos de los visitantes americanos, se dan cuenta que el color rubio es más atractivo y aún más cuando tiene la tonalidad rojiza del presidente Trump. Él aparentemente visitó hace unos años el parque de Manuel Antonio y esto pudo haber influido en la descoloración de los cariblancos. La razón: los monos rubios pasan, sin ningún problema, la frontera con los Estados Unidos. Y una vez ahí, a diferencia de los monos norteamericanos, los ticos son más sociales, tiran cáscaras de banano, hacen zip lining y hasta usan sus excrementos para pegárselos a los niños. Esto los hace más populares al comparárseles con los monos gringos que odian a los turistas.

Si llegas al aeropuerto de Miami, los latinos nos hemos acostumbrados a que las filas de rubios avanzan rápidamente mientras que las de negros y latinos oscuros, duran más que la de los judíos en el desierto del Sinai. Los monos han aprendido el truco y ahora emigran con el look de Trump. De ahí que miles de monos rubios huyen de Manuel Antonio y se han ido a Estados Unidos y la policía Isis, sin pedirles los papeles, los deja entrar.

¿Es esto racismo o evolución natural? La verdad es que Darwin siempre creyó que los animales que más rápido se adaptan a las nuevas condiciones, son los que sobrevivirán. Y si los cariblancos imitan el peinado y color de pelo de Trump y así consiguen fácilmente la visa y el ingreso en los Estados Unidos, nada podremos hacer.