En la actualidad debemos estar asistiendo a que muchas economías desarrolladas se encuentren experimentando una constante subida de precios en multitud de productos y servicios como madera, medios de transporte, commodities, por citar tan solo unos pocos ejemplos. Todo indica que no va a ser algo que vaya a ser coyuntural. Y lamentablemente para muchos, va a tener una duración mayor de lo deseado.

Janet Yellen que fue presidenta de la FED y ahora dirige el Tesoro norteamericano, ya se ha manifestado también en este sentido. Se debe tener presente que esta inflación viene originada por el lado de la Oferta. Las causas son múltiples, aunque entre ellas se puede señalar la existencia de una falta de Oferta originada por una colapsada cadena de suministro ahogada por el Transporte. Lo cual indica que la Demanda ahora, no tiene una gran influencia en la subida de precios que se está experimentando. Por lo tanto, antes de proseguir, voy a señalar con claridad que una subida de los tipos de interés de intervención de los bancos centrales no es, en modo alguno, una medida pertinente para tratar de aminorar la inflación en este caso.

Si observamos la velocidad monetaria (P.I.B. real dividido habitualmente por el agregado monetario M3), actualmente se encuentra disminuyendo. Además, esto está sucediendo a pesar de la flexibilización cuantitativa que están procediendo a realizar los bancos centrales, con las inyecciones de dinero al Sistema que vienen realizando. Cabe destacar que el economista Richard Cantillon, en su libro publicado en la primera mitad del siglo XVIII, ya señalaba en él, que cuando se efectuaba una inyección de dinero, gran parte del monto se quedaba en los primeros receptores. Lo cual significa que, de toda esa cantidad de dinero inyectado a través de esa flexibilización cuantitativa, realmente a lo que es la «capa» del Sistema del medio hacia abajo, llega muy poco. Todo esto que se ha expuesto redunda en que la inflación originada por el lado de la Oferta es complicada que disminuya, pues los productores -así como los mediadores- no van a ser muy diligentes a la hora de proceder a realizar una bajada de sus precios que pueda ser trasladada al consumidor.

Como se puede apreciar con la gran escalada de los precios de la energía, que palmariamente, más en concreto en relación a los derivados del petróleo, se observa que los precios finales al consumidor no disminuyen, a pesar de manera evidente que en origen puede ser perfectamente corregida, con tan solo elevar el nivel de producción. Además, hay que tener en cuenta también, que cuando el Consumidor descubre que el dinero que posee va a valer obviamente menos, tratará, en la medida de sus posibilidades, de preservar ese poder adquisitivo, trasladando ese dinero a Bienes que puedan mantenerlo. Y esos Bienes lógicamente, no tendrán una naturaleza en lo referente a la liquidez, como el dinero.

Dicho esto, todo parece indicar que el crecimiento económico que vaticinan, va a verse en un muy serio peligro su consecución, porque con una demanda colapsada por el descenso sustancial del poder adquisitivo de la ciudadanía, y el actual y subsecuente, lógico impedimento de los Oferentes para poder satisfacer la Demanda, de manera indudable, son una cortapisa enorme para que cualquier Economía pueda llegar a crecer en unos términos económicos suficientes y de una manera sostenible.

Además, si a eso añadimos algo que evidentemente mediatiza y va a continuar mediatizando, como es la pandemia derivada del SARS-COV2 ( COVID-19) que es algo ya evidente que va a ser una enfermedad que va a quedarse, que habrá que convivir con ella y con sus mutaciones que experimente este coronavirus; sin lugar a ningún género de dudas y a decir verdad, se debe señalar que resulta y va a resultar muy difícil poder llegar a realizar unas proyecciones económicas mínimamente fiables, en este escenario socioeconómico en el que tenemos que vivir. Aunque lo que sí es evidente es que existen numerosos indicadores económicos que exponen que el crecimiento de la economía se encuentra con demasiados enemigos en estos precisos momentos.