Nosotros, los miembros del Comité Renovador Internacional, hemos sido parte de los fundadores del FSM y miembros del Consejo Internacional desde sus primeros años. Vemos con tristeza la lenta extinción del FSM y denunciamos que un grupo de poder ha rechazado la más mínima modificación a lo que fue acordado hace 20 años: una Carta de Principios que se ha vuelto un texto sagrado y no se puede ni discutir. El mundo ha cambiado dramáticamente en veinte años, y el FSM se ha vuelto irrelevante por no adaptarse a los cambios.

Al final, la fórmula del FSM es proveer un espacio abierto, con múltiples paneles, que la falta de una política de comunicación convierte en actos autorreferentes, sin impacto en el mundo real. El resultado es visible. Hemos pasado de los grandes foros con más de 100,000 participantes, al último foro de 10,000 inscriptos, más de la mitad sólo de Brasil. El Consejo Internacional tiene como activos la tercera parte de sus miembros, y se organiza en una multitud de grupos de trabajo, que no arrastran ningún resultado concreto, y muchas veces ni se reúnen.

El Grupo Renovador internacional ha pedido básicamente que se hagan dos reformas fundamentales:

  1. Que, en cada FSM, haya una Asamblea General que elija un amplio y representativo Comité Ejecutivo, que se reúna cada vez que sea necesario que la voz del FSM participe del debate sobre acontecimientos en el mundo real. Esto significa que el Foro tenga voz como sujeto, cosa que la Carta de Principios impide. Un Foro que sólo se realiza en una suma de paneles autorreferentes no tiene interés para la dinámica de la sociedad global, que se realiza en marchas de millones de personas sobre la dignidad de la mujer, sobre la tragedia climática o la persistencia del racismo, sin que el FSM haya podido respaldarlos.

  2. Que este comité ejecutivo se vuelva parte activa, visible y propositiva en la sociedad civil global. La objeción de los defensores de la sacralidad de la Carta de Principios es que esto puede dividir a la base del Foro. Para evitar eso basta poner un quorum altísimo, para estar seguros de representar a la inmensa mayoría. El principio actual del consenso como unanimidad permite de hecho que un voto se transforme en un derecho de veto, lo contrario de una democracia participativa.

Vamos ahora a un FSM en México, que va a ser una experiencia viva y positiva para los participantes, pero que nuevamente no va a tener relación ni impacto en el mundo real, más allá del número de sus participantes. Si se repite la experiencia del último Foro, no va a ser un foro global, sino de participación muy local, y va a acentuar el aislamiento del FSM, a pesar del esfuerzo y del compromiso de los compañeros mexicanos, que van a ser víctimas de fórmulas superadas.

El Grupo Renovador Internacional ha hecho toda acción posible para abrir un debate de ideas, que ha sido totalmente ignorada y marginalizada. Hemos organizados espacios de reflexión entre miembros del Consejo Internacional y personalidades de varios caminos. Hemos abierto una web, para exponer ideas, que ha sido totalmente ignorada. Hemos hecho proposiciones en el Consejo Internacional que ni se han logrado debatir.

Por esto, denunciamos el progresivo declive del FSM, y queremos que quede claro que esto es responsabilidad de un pequeño grupo de poder, aferrado a un documento de hace 20 años, al cual no le interesa ninguna renovación porque así mantienen su poder, y que seguramente perderían si el Foro se transformara en un sujeto activo en un mundo cada día más dinámico, donde los estragos de un capitalismo salvaje son siempre más evidentes.

Estamos seguros de que la responsabilidad de este esclerótico grupo de poder quedará clara con el paso de un tiempo breve. Nosotros dejamos de hacer esfuerzos porque ya no se trata de discutir ideas. Los que capturaran una idea tan noble como es el FSM no quieren discutir (saben que perderían la discusión). Quieren simplemente mantener su vano poder.

Suscriben: Boaventura de Sousa Santos, Roberto Savio, Oscar González, Leo Gabriel, Norma Fernández, Francine Mestrum, Candido Grzybowski.

Primeros firmantes: Emir Sader, Adolfo Pérez Esquivel, Bernard Duterme, Kristine Kärch, Alberto Acosta, Trevor Mgwane, Boaventura Monjane, Aram Aharonian.