Paul McCartney ha repetido hasta la saciedad la historia de cómo compuso Yesterday. El bajista de los Beatles sostiene que la melodía de la canción le vino en un sueño. Estaba en Londres, en la casa de la familia de la que entonces era su pareja, la actriz Jane Asher. Se levantó de la cama y se sentó al piano para dar forma a la melodía antes de que se borrara de su memoria. En un primer momento pensó que era algo que había escuchado anteriormente, así que pasó días tarareando la melodía a todo el que encontraba y preguntándole si la conocía. Era mayo de 1965.

Verdad o no, la historia va acorde con la talla de mito que ha adquirido la canción a lo largo de las últimas décadas. Sería difícil valorar si es la mejor canción de la discografía de The Beatles, pero no hay duda de que el nombre de la banda de Liverpool está íntimamente ligado al de este tema. Sin embargo, curiosamente, solo uno de los cuatro componentes de la banda, McCartney, aparece en ella. Paul toca su guitarra acústica y el lugar de John, George y Ringo lo ocupan varios músicos con sus instrumentos de cuerda.

La segunda parte de la historia del nacimiento de Yesterday, mucho más fácil de creer, cuenta que Paul hizo varios intentos para ponerle una letra a aquella melodía. En uno de ellos, el primer verso, que como en la versión definitiva da título a la canción, era “Scrambled eggs” (huevos revueltos). Sin embargo, en algún momento hubo un giro radical y el resultado final es el que conocemos hoy: dos minutos y cinco segundos que bastan para hablar de amor, melancolía y relaciones truncadas.

Aunque la carrera de los Beatles como grupo apenas duró siete años, Yesterday nunca ha perdido vigencia. Cantantes y grupos de todo tipo han hecho innumerables versiones en los últimos cincuenta añss. Y, por supuesto, Paul McCartney se ha encargado de llevarla por todo el mundo en sus sucesivas giras desde que emprendió su carrera en solitario.

Y precisamente sus giras y su trabajo más reconocido cruzan sus caminos el 23 de mayo en el O2 Arena de Londres, Ese día, el recinto acogerá un multitudinario concierto en el que se celebrarán los 50 años de Yesterday. Si McCartney es fiel a su costumbre, cabe imaginar que Yesterday no aparecerá hasta que se acerque el final de su actuación y que estará precedida por otros grandes clásicos de los Beatles y de la carrera en solitario de Paul. En ese momento, cogerá su antigua guitarra acústica, con la que hace medio siglo presentó al mundo su canción en un programa de la BBC, y volverá a entonar los versos que tantas gentes de todo el mundo y de todas las generaciones conocen de memoria. Sin duda, una noche mágica para la que será difícil conseguir una entrada.