Stranger things se ha convertido innegablemente en un éxito inesperado y rotundo. La nueva serie de Netflix estrenada el pasado julio cada vez gana más adeptos, los cuales ya están esperando la segunda temporada que será para el 2017.

¿Qué hace una serie tan atrayente? ¿Cómo logra desde el primer momento atraparte y conseguir que la sigas fielmente?

Stranger things. creada por los hermanos Matt y Ross Duffer, fue rechazada por varios estudios hasta que consiguieron esta oportunidad y han probado con creces su valía.

La historia se centra en el año 83 en el pequeño pueblo de Hawkins (Indiana), donde un grupo de cuatro amigos sumergidos en sus juegos de rol (Dragones y mazmorras) se hayan en una situación bastante extraña cuando uno de ellos desaparece inesperadamente y al iniciar su búsqueda se encuentran con una niña muy especial que los ayudará en su algo espeluznante aventura.

La serie no sólo se centra en los ochenta. Todo cuanto se ve en cada fragmento, en el sonido, atmósfera, en la actuación es un gran homenaje a las películas exitosas de esa época. La nostalgia que embarga a los espectadores que crecieron en esa era y amaron apasionadamente estas películas: Los Goonies, ET, Cuenta conmigo, Poltergeist, Ojos de fuego, Exploradores, Pedadilla en Elm street, La cosa, Carrie, para nombrar algunas.

La serie tiene una plantilla actoral de nuevos rostros muy talentosos, los cuales darán mucho de qué hablar en el futuro.

Están el líder no declarado del grupo Mike (Finn Wolfhard); el desconfiado Lucas (Caleb McLaughlin); el desaparecido Will (Noah Schnapp); el conciliador y humorista Dustin (Gaten Matarazzo), que padece de displasia cleidocraneal, lo cual afecta al desarrollo de los dientes y los huesos. También está la enigmática y poderosa Once, interpretada por Millie Bobby Brown. Es también tímida, poco habladora y oculta una verdad muy aterradora.

También está el sorprendente regreso de Winona Ryder, quien en los ochenta y los noventa tuviera gran éxito en la gran pantalla, fue musa de varias películas de Tim Burton entre otras y su presencia da un toque especial. En la serie interpreta a la madre abnegada de Will, quien no se dará por vencida hasta encontrar a su hijo.

La atmósfera de la serie está muy bien planteada, el suspense y la historia te envuelven de manera tal que no puedes dejar de ver capítulo tras capítulo y así desvelar poco a poco de dónde viene y el porqué de ese monstruo sin rostro que azota implacablemente ese pequeño pueblo y qué relación tiene con estos niños.

De igual manera, la música original es un gran acierto en la ambientación y en lograr magistralmente que el espectador caiga inmerso en su mundo. Está impecablemente compuesta por Kyle Dixon y Michael Stein, de la banda de Austin (Tejas) Survive, que tiene el sintetizador analógico como instrumento clave. Sin olvidar, la aparición de las canciones que nos transportan a los años 80, como el 'Should I stay or should I go' de The Clash, que me hicieron agregarla a mi lista inmediata.

Con un final que deja muchas preguntas en el aire y con unas ganas urgentes de ya ver qué historia interesante, atrayente y cautivadora de seguro nos traerán los hermanos Duffer para la segunda temporada.

Está claro que han creado una serie que va mucho más allá de las referencias a los clásicos cinematográficos de los años 80 al estilo de Super 8 del año 2011, dirigida por J.J Abrams y producida por Steven Spielberg, quien es uno de los directores del cual los hermanos han tomado muchas referencias. Como también la película Tierra a Eco del año 2014, dirigida por Dave Green y que fue un intento fallido de imitar el éxito de ET en su época, con una historia parecida pero carente de corazón y magia como la ya nombrada.

Stranger things es una serie que ya tiene vida propia en un mundo fantástico de posibilidades infinitas, que sin duda no dejará a sus fans decepcionados