Aunque el maltés es un idioma de origen árabe -dado la isla de Malta en el Mediterráneo estuvo bajo la dominación árabe-, durante el transcurso de varios siglos de su larga y legendaria historia, ha ido incorporando muchas palabras derivadas del inglés, griego, italiano, francés, catalán. La peculiaridad de este idioma reside en que Malta ha sido conquistada a lo largo de su historia por muchos y diferentes pueblos: fenicios, cartagineses, normandos, aragoneses, franceses, y por último británicos, aparte de encontrarse enclavada en el Mediterráneo en donde pululan diversos idiomas.

Todos han dejado huella en el hala de los malteses , al igual que en su cultura y arquitectura. Allí la cruz blanca de 8 puntas sobre rojo- uno de los símbolos de Malta-pertenece a una orden altamente humanitaria muy conocida: la Soberana Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén-ahora Soberana Orden de Malta- que gobernara la isla desde 153 hasta 1798, cuando Napoleón se las arrebató y pasó a ser gobernada por Francia, uno de los tantos países que dictaron ordenes en la isla, hasta que en su casi medio millón de habitantes apretujados en solo 316 km3, declaran su independencia y se adhieren a la Unión Europea en mayo de 2004 al separarse de Inglaterra, último país en dominar la diminuta isla-país. En ese largo proceso histórico Malta, además de haber sido dominada por países y regiones de países distintos, también ha ido modificando su lengua y hoy el maltes se codea con el Italiano y el Inglés ,aunque es lógico va en la línea del desuso.

Para las fechas de la Independencia , siendo aún ciudadano británico el tenor Joseph Calleja, nacido en 1978, comenzaba a estudiar canto primero con Brian Cefian ,quien le descubre sus capacidades vocales a la edad de 16 años y luego recibe clases complementarias con su maestro Paul Asiak y sentía en lo más hondo de su fibra maltesa la necesidad de despuntar como el mejor tenor de la isla y llevar su canto allende los mares, para ser considerado también-como uno de los mejores tenores de nuestro planeta- y lo cierto es que ha logrado ambas metas.

Joseph tenía únicamente 19 años cuando hace su debut como Macduff en la ópera Macbeth de Verdi en el Teatro Astra en Malta, así como gana un premio en la Competencia Hans Gabor Belvedere, actividad que honra al gerente de la Orquesta de Cámara de Viena, fundador de ese clásico evento que se lleva a cabo en muchos países. Esta última aparición es justo la que lanza su exitosa carrera al estrellato y luego en 1998 gana también la Competencia Caruso celebrada en Milán, así como se hace poseedor del Primer Premio en la competencia llamada Operalia que dirige el Maestro Placido Domingo en el Festival de Spoleto, Italia en 1999.

A partir de allí Calleja comienza a ser invitado a los más célebres festivales y presentaciones operáticas del primer mundo. Que se ha convertido en una de las figuras de la ópera actual queda claro al repasar brevemente algunas de sus actuaciones programadas para los primeros meses de este 2018.

Sus presentaciones están disponibles en DECCA y algunas obras pueden escucharse en Youtube, bajo este enlace.

Debe tomarse nota de que no todas las apariciones en Youtube son de excelente factura, toda vez lo que presenta Youtube depende de la calidad y tipo de grabación.

En lo relacionado con las características de su voz en Youtube, que es en donde el gran público accede a sus presentaciones públicas, se encuentran muy variadas opiniones: la minoría de las cuales provienen de -personas sin ningún conocimiento del tema, que critican su vibrato. Los que conocen del tema, por lo contrario, le afaman por un detalle preciso: mantener sus ejecuciones en torno a la llamada vieja escuela de canto.

Al respecto el famoso director de orquesta Ricardo Chailly calla a los críticos improvisados cuando advierte al escuchar a Calleja en 2004:

«Cuando le escuche por primera vez me sorprendió encontrar un nuevo tipo de voz. Una voz que puede recordarnos el pasado, justo en la tradición que estaba en boga al final de la última centuria, pero que a la vez podía rendir el sabor de la música como se interpreta actualmente».

No hay duda de que, por su juventud, por su experiencia incluso por su don de gentes, Calleja representa un ejecutor al que debemos poner atención los que sentimos la música culta y nos agrada escuchar una voz que cubre tanto el pasado como el presente.

Y a la vez que Calleja brilla como invitado en diversos países en actividades de diversa factura, él se cuida de tener un pie en el presente: interpretando los roles que le encargan los programadores especializados que le invitan a diversos países en ocasiones especiales , pero a la vez se ocupa de traernos la voz de Malta con sus sonoridades especiales de factura mediterránea cuando críticos aclamados comparan su voz con las sonoridades que salían de las privilegiadas gargantas de tres tenores de leyenda: Jussi Björling, Beniamino Gigli y Enrico Caruso.

Y Aunque en América Latina aún no gozamos de su presencia en alguno de los teatros, en Estados Unidos forma -desde hace bastantes años atrás- parte de los premiados en primer lugar de su famoso US Billboard Classical Traditional Chart.

Así, mientras su fama cunde en el mundo, el tenor maltés, como gusta llamarse Calleja, cuando regresa a su pequeña isla, saluda a sus vecinos en la ciudad de Attard -de apenas 10.000 habitantes – por lo que es usual se encuentre en la calle con la presidente de su país, Marie Louise Coleira Preco, o con el cura de su iglesia , Fr. Dion Cutajar, quienes le saludan como a cualquier hijo de vecino.