Sorpresa para algunos, posiciones encontradas para otros. El resultado de la Mostra de Cine de Venecia 2019 no deja indiferente a nadie en su 76 edición, centrada más en la realidad que en la ficción, a pesar de ser esta última la ganadora del León de Oro a la Mejor Película con el Joker del director estadounidense Todd Philips interpretado por un colosal Joaquin Phoenix que, junto al dos veces oscarizado Robert de Niro, encabeza el estelar casting. Basada en el popular personaje de DC Comics, Joker, conocido archivillano de Batman, la superproducción de Warner Bros., se había convertido en una de las sensaciones del Festival anunciando buenos presagios a pesar de no presentar el perfil de los filmes que triunfan normalmente en los certámenes europeos de cine de autor. Distinción tan merecida como inusual, primera controversia, queda por ver alguna más. Cuando Philips subió al escenario del Palazzo del Cinema para recoger el León de Oro agradeció a los estudios Warner y a DC Comics «arriesgar» con este filme y dedicó el premio al actor estadounidense: «no hay película sin Joaquin Phoenix. Es el león más fuerte y valiente que conozco, con la mentalidad más abierta. Un alma bella. Gracias por confiarme tu increíble talento».

Durante seis meses, según relataron ambos durante el estreno de la película en el Festival de Cine de Venecia, prepararon a Arthur Fleck que interpreta Phoenix para quien lo más atractivo de este personaje radica precisamente en resultar tan complicado de definir. «No quería tan siquiera hacerlo, quería mantener esa parte misteriosa. Cada día descubría nuevos aspectos de su personalidad», explicó el actor estadounidense ante la prensa. Exploró el personaje fascinado con su constante evolución «el Joker del inicio era totalmente diferente al del final del rodaje. Cuanto más imprevisible más excitante resultaba». Todd Philips, que participaba por primera vez en la Mostra veneciana, destacó la búsqueda de identidad del personaje y su objetivo constante de hacer reír a la gente, «llegó a convertirse en un símbolo por error. Nos inspiramos en las películas de finales de los 70 como Raging Bull o Traffic Driver. También vimos bastantes musicales». Después de su triunfo en Venecia y considerada por la crítica como una de las mejores películas del año la cinta, que llegará a la gran pantalla en el mes de octubre, cuenta con muchas papeletas para ser nominada a los Oscar el próximo mes de febrero.

La siguiente controversia de esta edición aterrizó en el certamen italiano con la concesión del León de Plata o Gran Premio del Jurado (segundo premio en relevancia del Festival) para J´accuse (El oficial y el espía), coproducción franco-italiana basada en hechos reales del director Roman Polanski. Cero ausente de especulación, la polémica comenzó tan pronto como fue anunciada a concurso y tuvo continuidad cuando Lucrecia Martel, presidenta del jurado de la competición oficial, anunció que no asistiría a su proyección por el pasado del franco-polaco, acusado en 1978 de violación a una menor de trece años. Era evidente que el realizador no asistiría a la Mostra pero, «¿entrará por Skype en la rueda de prensa?», se preguntaban algunos de los cientos de periodistas que esperaban en la puerta de acceso a la sala siguiendo los rumores que generan este tipo de casos. Resolución: Polanski no entró finalmente por videoconferencia pero Luca Barbareschi, coproductor del filme aludió a su ausencia apelando a contestar sólo las preguntas relativas a los aspectos productivos que «es lo que conocemos nosotros de esta extraordinaria producción. Toda la polémica y todo lo que ha sucedido no es interesante. Esto no es un tribunal moral sino una maravillosa muestra de cine».

Aplaudida al término de su proyección y ovacionada en la comparecencia del equipo artístico ante los medios, J´accuse vuelve a poner de manifiesto la calidad de Polanski como cineasta. La revelación del caso Dreyfus al que alude la película e interpretable como una metáfora autobiográfica narra la historia de un oficial del ejército francés acusado injustamente de alta traición al que da vida el actor Louis Garrel, que explicó en la rueda de prensa del día de su estreno: «No conocía la historia. Todo lo que se cuenta en el thriller es real, absolutamente todo. Esto es lo que me apasionó acerca de este suceso que conoce toda Francia». El francés Jean Dujardin ganador del Óscar al Mejor Actor por The Artist, completa el reparto junto a la actriz Emmanuelle Seigner, casada con Polanski desde 1989, que recogió el León de Plata de J´accuse: el filme quizá más controvertido de la Mostra este año y también tal vez uno de los que reunía mayor calidad cinematográfica. Polanski, una de las figuras más polémicas del mundo del cine, como de costumbre, vuelve a generar sentimientos contradictorios.

El palmarés de la Mostra regaló otros llamativos aciertos. El tercer premio, el León de Plata a la Mejor Dirección fue para el sueco Roy Andersson por la película About Endelessness. En cuanto a interpretaciones, el italiano Luca Marinelli obtuvo la Coppa Volpi al Mejor Actor por el filme Martin Eden, dirigida por Pietro Marcello y la actriz francesa Ariane Ascaride alzó la Coppa Volpi a la Mejor Actriz por su papel en la coproducción franco-italiana Gloria Mundi del director Robert Guédiguian. La película No. 7 Cherry Lane, obra de animación del director chino Yonfan logró el premio al Mejor Guion y el Premio Especial del Jurado fue para La mafia non é piú quella di un volta, documental dirigido por el director italiano Franco Maresco que dio plantón a la Mostra. El británico Toby Wallace recibió el premio Marcello Mastroianni al Mejor Actor Emergente por su interpretación en Babyteeth de la australiana Shannon Murphy, una de las dos únicas representantes femeninas en competición oficial de entre 21 filmes, circunstancia que también generó cierta polémica al inicio del Festival. En la segunda sección en importancia de la Mostra de Venecia, Horizontes, destinada a las nuevas corrientes expresivas, el premio a la mejor película fue para Atlantis, del director Valentyn Vasyanovych.

Recorrido por el Lido, once días de Mostra

Amanecía en la isla del Lido, sede del célebre festival cinematográfico, situada a 30 minutos en vaporetto de la céntrica Plaza San Marcos de la ciudad de los canales para dar paso a las primeras proyecciones, ruedas de prensa, premières y eventos repartidos en sus ocho salas que durante once días reunieron a autores consagrados, algunos debutantes y la industria del cine en todas sus vertientes. De camino al Lido en la entrada a la Mostra situada junto a sus 12 kilómetros de playa ya se respiraba cine, en el aire flotaba el séptimo arte. A sus aledaños, protegidos con un fuerte dispositivo de seguridad comenzaban a llegar los primeros espectadores de variada procedencia. Algunos de ellos optaban por desplazarse en bicicleta quizá para hacer llevaderos los más de 30 grados con un porcentaje del 70% de humedad que imperaba este año en las primeras jornadas de la Mostra Internazionale D´Arte Cinematografica de la Biennale de Venezia que cerraba con días de lluvia y tormentas.

Un total de 21 cintas para la sección oficial compitieron en esta edición por el León de Oro. La coproducción franco-japonesa La Vérité (La Verdad) del cineasta japonés Kore-Eda ganador de la Palma de Oro de Cannes con su anterior trabajo Un asunto de familia inauguraba la Mostra junto a dos iconos del cine francés: Catherine Deneuve y Juliette Binoche. The Perfect Candidate de la directora Haifaa Al-Mansour también se proyectó en la apertura para narrar de forma casi autobiográfica, explícita, envolvente y con cierta ironía cómica la trayectoria de una doctora que intenta ser alcaldesa en Arabia Saudí poniendo de manifiesto la problemática que experimenta la mujer cuando desea desarrollarse profesionalmente en la sociedad musulmana.

La competición oficial de la 76 edición del Festival de Venecia estuvo más centrada este año en la realidad que en la ficción, en secuencias que describen historias cotidianas plasmadas en escenarios localizados en recovecos de todo el mundo. En esta senda estuvo por ejemplo Marriage Story, una producción de Netflix con buena acogida por parte de la crítica y protagonizada por los actores estadounidenses Scarlett Johansson y Adam Driver donde Noah Baumbach, director del filme, proyecta su divorcio en una época en la que Johansson experimentaba el suyo propio. Cuando se reunieron para hablar de este proyecto «no sabía de lo que íbamos hablar — explicaba Johansson ante los medios —. Pedí una copa de vino blanco, me empecé a quejar y entonces él me dijo: es gracioso que estemos hablando de esto porque tengo un proyecto que quizá no quieras ver o quizás sí… Sentí que formaba parte de mi destino de alguna manera. Este filme tiene mucho de todos nosotros». Siguiendo la estela de historias reales se presentaron además a concurso: La mafia non è più quella di una volta, de Franco Maresco, con la mirada puesta en la criminalidad de Italia, Babyteeth, de la debutante asustraliana Shannon Murphy que narra la historia de una joven enferma y Ema, protagonizada por el actor Gael García Bernal en la que el chileno Pablo Larraín aborda la controvertida temática de la adopción con la historia de una bailarina que quiere recuperar a su hijo.

Ficción junto a filmes basados en hechos reales

Aun oscilando en sus pretensiones, Ad Astra fue sin duda una de cintas que más expectación despertó en la Mostra con la llegada al Lido y más en concreto a los Palazzos del Cinema y Casinò de su director James Gray y su protagonista/productor Brad Pitt, que trabajan juntos por segunda vez. Ya lo hicieron dos años antes en The Lost City of Z. El filme, superproducción de 20th Century Fox, que fluctúa entre el thriller de acción y la película artística narra el viaje espacial intimista del astronauta Roy McBride (al que da vida el actor estadounidense) en búsqueda de su padre. «James y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, desde mediados de los años 90. Hemos trabajado en esta película con un diálogo muy abierto respecto a nuestros sentimientos. Para mí esta es una historia intrigante como hombre, padre e hijo», reconocía Pitt ante la prensa para resaltar que ambos buscaban una definición de masculinidad, conseguir que el personaje no mostrara debilidad fascinados con los grandes filmes de los 70, que todavía siguen representando una fuente de inspiración para el actor, «en este filme los personajes eran muy complicados, no buenos, no malos, sino humanos». En cuanto a la mención de su posible carrera por los Óscar tras la presentación de Ad Astra y previamente en Cannes de su primer filme rodado este año a las órdenes de Quentin Tarantino y coprotagonizado junto al actor Leonardo di Caprio, Once Upon a Time in Hollywood, respuesta esquiva: «hombre, ¡sólo quiero estrenar este filme!», bromeó.

Distanciándose de Ad Astra, dedicada a la ciencia ficción, varias de las cintas más esperadas reconstruyeron con documentación hechos reales. Por ejemplo, la producción de Netflix The Laundromat, de Steven Soderbergh que ha dividido a la crítica en sus primeras reacciones y reunió un reparto formado por Meryl Streep, Gary Oldman, Antonio Banderas y Sharon Stone para retratar la investigación periodística que reveló los papeles de Panamá en 2017. «Esta es una manera entretenida, divertida, de narrar una historia muy oscura y complicada. Un crimen con víctimas, muchos de ellos periodistas. Los papeles de Panamá fueron expuestos al mundo por más de 300 periodistas. Algunos murieron por ello, aquellos que investigaron», relató la actriz Meryl Streep aplaudida al término de su intervención en la conferencia de prensa posterior a una de las proyecciones de The Laundromat.

Para el director Steven Soderbergh, según explicó, lo más importante fue presentar una cuestión compleja de una manera «memorable. Nos pusimos en la mente de los espectadores. Esto nos dio la oportunidad de utilizar la complejidad de estas actividades financieras casi como si fuera una broma, una comedia porque a pesar de la crudeza de la historia queríamos que hubiera entretenimiento». Basada también en hechos reales y acogida con cierta apatía por la crítica competía la coproducción Wasp Network, centrada en la historia de cinco espías cubanos encarcelados en Estados Unidos tras infiltrarse en grupos terroristas anticastristas para prevenir atentados en la isla. Protagonizado por la actriz española Penélope Cruz y el mexicano Gael García Bernal la película se rodó en La Habana, a pesar de las dificultades que tuvieron con el Gobierno cubano. Según aseguró su director, el parisino Olivier Assayas, que también ha escrito el guión del filme basado en el libro de Fernando Morais, Los últimos soldados de la Guerra Fría, «hubiera sido imposible filmarla en un lugar diferente por razones económicas pero también artísticas».

Basado y también adaptado, en este caso a la novela del sudafricano premio Nobel de Literatura J.M Coetzee, concursaba Waiting for the Barbarians (Esperando a los bárbaros) con un casting del calibre de Johnny Depp, Mark Rylance y Robert Pattinson y dirigida por Ciro Guerra. El primer filme en inglés del director colombiano es una crítica abierta al colonialismo, que narra la historia de pueblos opresores y oprimidos. «Al principio concebí la historia como una alegoría pero a medida que avanzaba el rodaje empecé a identificarla con la actualidad, con el aquí, el ahora», dijo Guerra en su encuentro con los medios. Johnny Depp que da vida al perverso Coronel Joll con una intensa interpretación (dirige una expedición de fuerzas especiales capturando a bárbaros que luego tortura públicamente) coincidió con el realizador para añadir sobre el proceso de creación de su personaje, «es una víctima de sí mismo. Me pareció diferente a un tipo malo… si piensas cómo se construye un hombre así, como llega a ese lugar. Joll para mí tiene barreras protectoras que ha construido para escapar de los sentimientos». En alusión a su trabajo en Italia con su habitual sentido del humor, ese al que nos tiene acostumbrados y con el que arrasó no sólo ante la prensa sino también en su paso por la alfombra roja, confesó «trabajar en Italia ha sido una experiencia increíble, la gente aquí habla muy bien el italiano, -bromeó- la comida está muy buena, también me gusta su vino a veces… ¿por qué os reís?». Este drama épico-histórico, que ha dividido a la crítica internacional, ha contado como principal aliado con el propio Coetzee, autor del guión de esta adaptación cinematográfica que acompañó a Guerra durante el rodaje.

Entre première y première, en la alfombra roja de la Mostra desfilaban las celebrities aclamadas por multitud de cinéfilos que esperaban impacientes su llegada en los alrededores del Palazzo del Cinema. Cerca de diez ganadores de premios Óscar asistieron este año a la Mostra veneciana, entre ellos, el director español Pedro Almodóvar que en esta edición recibía el León de Oro Honorífico en una ceremonia celebrada al mediodía. En la rueda de prensa afirmaba sentirse «inmensamente agradecido» por recibir el máximo reconocimiento que concede el festival a los grandes protagonistas de la historia del cine. Además destacó la importancia de recibirlo en Venecia, ciudad donde tuvo lugar «su bautismo como cineasta internacional», con Entre Tinieblas y dedicó el galardón «a mi país, España, a todos los actores, y actrices con los que he trabajado y a los equipos técnicos». Julie Andrews, protagonista de Mary Poppins o Sonrisas y Lágrimas también recibió este año el León Honorífico de la Mostra de Venecia. La actriz aseguró ser una privilegiada por haberse dedicado a las artes cinematográficas y recibir un premio que «tiene un significado especial, ya que procede de uno de los festivales internacionales de cine más importantes del mundo». Cierto es que las cifras sitúan una vez más a la Mostra de Venecia en la cima de los certámenes de cine internacionales. Más de 50 países participaron este año en su 76 edición con proyecciones de 3621 largometrajes y cortometrajes y 161 trabajos de realidad virtual. De entre los 65 largometrajes en la selección oficial 21 estuvieron en la competición oficial, 17 fuera de concurso, 19 en la categoría Horizontes y 6 en la sección Sconfini. En definitiva, infinitas propuestas tentaron a transitar sus salas este año, desde el documental de los conciertos de Roger Waters, exlíder de la legendaria banda británica Pink Floyd a retratos de cineastas como Federico Fellini, tomando el Lido como escaparate para hacer refulgir de nuevo el séptimo arte.

Premios principales de la Mostra de Venecia 2019

León de Oro: Joker (Todd Phillips)
Gran Premio del Jurado: El oficial y el espía (Roman Polanski)
León de Plata/Mejor dirección: Roy Andersson (About Endlessness)
Copa Volpi/Mejor actriz: Ariane Ascaride (Gloria Mundi)
Copa Volpi. Mejor actor: Luca Marinelli (Martin Eden)
Mejor guion: Yonfan (No. 7 Cherry Lane)
Premio especial del jurado: La mafia non è piú quella di una volta (Franco Maresco)
Premio Marcello Mastroianni al mejor intérprete emergente: Toby Wallace (Babyteeth)
Mejor película de la sección Horizontes: Atlantis (Valentyn Vasyanovych)
Premio Ópera Prima: You Will Die at 20' (Amjad Abu Alala).

El palmarés completo de la 76 edición del Festival de Cine de Venecia se puede consultar aquí.