Con el estreno de la serie Criminal de Netflix participé en una publicidad juntos a otros dos expertos, el abogado penalista Pol Olivet y el psicólogo forense Ángel Cuquerella, para esclarecer, cada uno con su disciplina, qué pasa durante un interrogatorio.

En mi caso hablé de cómo la comunicación no verbal puede dar mucha informaciones sobre la persona que tenemos delante, sus preferencias, sus gustos, sus valores, sus sentimientos etc.

Esta serie está totalmente ambientada en una sala de interrogatorio de la policía nacional. Todo pasa allí en esas cuatros paredes donde una hábil policía interpretada brillantemente por Emma Suárez, usa juegos psicológicos para entrar en la mente del sospechoso.

La comunicación no verbal es una herramienta que ayuda a la investigación criminal tanto como la balística o como la análisis de ADN; en definitiva, ayuda a determinar con exactitud cómo se ha cometido un delito, quién ha sido, y por qué.

Desde luego tiene su aplicación en la entrevista policial, pero la verdad es que como técnica tiene cabida a lo largo de toda la investigación criminal, no solo en un momento concreto, por eso puede ser útil a muchísimos profesionales de la ciencias forenses.

A pesar de esto, la comunicación no verbal puede ser utilizada por parte de todas las personas ya que somos seres humanos y comunicamos: no solo sirve para pillar el criminal, sino que puede ser útil para pillar el mentiroso en general. ¿Cuántos de nosotros hemos pillado una mentira de nuestros hijos, o de nuestra pareja? ¿Y cuántos de nosotros hemos mentidos y nos hemos parado a pensar a observar si la otra persona nos estaba creyendo? Si hemos mentido bien.

Y eso porque partimos de la base que los seres humanos nos comunicamos de forma diferente cuando narramos algo que hemos visto o algo que nunca hemos presenciado y lo estamos inventando.

Si yo no he vivido algo no tendré ese compromiso tanto verbal como no verbal a la hora de explicar las cosas.

El contenido de un mensaje por sí mismo contiene ciertos indicios que pueden revelar si el relato es verdadero o falso.

Una persona que dice la verdad tiene un estilo comunicativo mas creíble, sencillo, tiene un orden, tiene detalles, equilibrio, la persona relata sobre pensamientos y emociones, hay referencias al tiempo y al espacio. A nivel no verbal es un relato sincrónico, utilizará gestos para ilustrar su mensaje y también es congruente. Es una persona que expresas las justa emociones según el contexto. Por ejemplo, una madre que no expresa tristeza delante de la perdida de su hija, nos puede llamar la atención.

El estilo del mentiroso es mas incierto, vago, reticente, distante, lleno de refuerzos de la credibilidad, muy evasivo, general, repuesta pasivas, repetir las preguntas.

A nivel no verbal todo esto se manifiesta con una comunicación no verbal de distanciamiento e incongruencias entre lo que dice y cómo lo dice.

Dicho así suena muy fácil, pero en verdad no lo es. La persona que tenemos delante intentará a toda costa hacernos creer su mentira, nos sonreirá, nos hablará, incluso nos abrazará.

Nosotros tenemos que ser hábil para hacer las preguntas correctas y ser suspicaces. Una cosa que está siendo útil es trabajar con las emociones del sujeto ya que en estados de alta intensidad emocionales es más fácil que la persona caiga en alguna trampa e incongruencia.

Ser hábiles en detectar cuales son los puntos débiles de la persona para poder entrar en su mente y acceder a la verdad.

O tal vez... es mejor hacernos el tonto (y vivir tranquilos).