Debo confesar: soy muy fanático de los Universos Fantásticos, sobre todo del de Star Wars. A mis 10 años vi en cines la remasterización de la trilogía original (episodios IV,V, VI) y quedé encantado con el conflicto entre la Alianza rebelde contra el Imperio galáctico, la batalla maniquea entre el Lado Oscuro y el Lado Luminoso de la Fuerza y la cantidad de razas extraterrestres y androides. Creo que Star Wars es la Space Opera más importante de la historia del cine.

Los primeros episodios fueron el inicio de un Universo extendido de historias narradas en novelas, videojuegos, caricaturas y cómics. Este Universo fantástico extendido se divide en dos: Legends (las historias anteriores a la adquisición de Disney de Lucas Films) y Canon (historias posteriores a la adquisición de Disney de Lucas Films). Dos nuevas trilogías se han añadido, una con la historia previa a las películas originales y la última entrega (a manos de Disney) con historias posteriores. Antes de proseguir una última confesión: encuentro terribles y malas películas los episodios I,II,III,VII,VIII y tengo gran desconfianza al episodio IX.

Como podemos ver, el universo de Star Wars tiene una gran capacidad de expandirse en historias, generar nuevas tramas y formar un conjunto amplio de historias y leyendas. Donde pueden participar sin fin de escritores y artistas todos bajo la guía y ojos vigilantes de George Lucas, Disney, la lógica interna de la historia y, sobre todo, los fanáticos.

Las tres etapas de Star Wars

El Universo de Star Wars tiene una historia muy rica que podemos resumir en tres grandes etapas.

La primera corresponde a República galáctica, también llamada Antigua República. Comprendía decenas de miles de sistemas solares con su capital en el planeta de Coruscant, desde donde se originó. Tenía como forma de gobierno una república parlamentaria con el canciller como Jefe de Estado y el Senado galáctico como parlamento. La República galáctica cubre 25 000 años de historia desde su fundación por la expansión de la raza humana desde Coruscant, la anexión de nuevas razas no humanas, hasta la Guerra de los Clones y la imposición del Imperio galáctico.

La segunda etapa es la del Imperio galáctico, un régimen autoritario y centralizado que abarcó toda la galaxia. Fue establecido por el autoproclamado emperador Palpatine en reemplazo de la República galáctica. Los episodios IV, V y VI narran cómo la Alianza rebelde, tras la fundación del Imperio en el episodio III, inicia la Guerra Civil Galáctica que en el episodio VI culmina con la muerte del Emperador y la fragmentación del Imperio. Además de su autoritarismo, el Imperio galáctico fue un régimen racista y donde solo los humanos eran ciudadanos imperiales y el resto de las razas no-humanas fueron duramente discriminadas.

La última etapa es la Nueva República, resultado de la victoria de la Alianza rebelde y la restauración de la democracia. Nuevamente se fundó una República federal parlamentaria con el propósito de restaurar la democracia en la galaxia y evitar el retorno de la tiranía, encarnada en la Primera Orden. Oficialmente se considera que la Nueva República fue destruida tras el cataclismo de Hosnian Prime.

Cada una de estos sistemas políticos tenían la pretensión de gobernar toda la galaxia. Pero las tres fracasaron rotundamente en esta pretensión. Cada una de ellas combatió una Guerra Civil contra una Rebelión: la Confederación de Sistemas Independientes, la Alianza rebelde y la Nueva Orden respectivamente. Además ni una de ellas cubría a la galaxia completa dejando planetas y sistemas afuera de su control y jurisdicción como Tatooine. Y hay que hacer mención al Espacio o Imperio Hutt que está bajo control del clan Hutt. Considerado en gran medida como un refugio para los habitantes de mala reputación de la galaxia, el Hutt más importante es el señor del crimen Hutt Jabba.

Factores de inestabilidad en la galaxia

La inestabilidad política y el fracaso de los gobiernos centrales a imponer su autoridad y jurisdicción a toda la galaxia se debe a factores que se presentan en mayor o menor medida en los tres grande Estados galáctico.

Muchos son los obstáculos que han enfrentado. Aun cuando suene obvio decirlo, la «Galaxia» de Star Wars es muy grande, fue formada originalmente por un agujero negro super-masivo en su centro. El disco galáctico tendría más de 100.000 años luz de diámetro y dividía en 9 regiones. Los gobiernos centrales se encuentran con el problema de imponer sus normas en un «territorio» tan grande. Además, si bien Star Wars tiene un desarrollo tecnologico superior al nuestro, su infraestructura y tecnología son insuficientes para mantener bien comunicada y cubierta a toda la galaxia. Ambos factores permiten que dentro de la misma existan muchos huecos o espacios vacíos donde el poder Galáctico no exista.

En nuestro mundo hemos visto ejemplos así. Tanto México como Estados Unidos durante el siglo XIX se enfrentaron al reto de ejercer el control del Estado en territorios mucho más grandes que cualquier país europeo, mal comunicado y sin la infraestructura requerida. En el caso de México esto explica la pérdida del territorio, el bandolerismo y la estrategia militar de la República frente a la Invasión Francesa. Mientras que en EE UU las dinámicas políticas del Salvaje Oeste y la existencia de la frontera responden a estos factores.

El tercer obstáculo es la diversidad cultural y racial de la galaxia. Existen cientos de razas racionales desde los humanos hasta los Wookiees, Jawas, Madalorianos, Hutts, Sullustano, Rodianos, Mon calamaris entre muchos otros. Cada uno con una biología, cultura, lengua y sistema político propio. Lograr coordinar a tantos grupos en una solo estructura política resulta demasiado complicado sobre todo considerando que cada planeta goza de un alto grado de independencia o autonomía.

El la galaxia solo existen dos niveles de gobierno, el local o planetario y el federal o galáctico.

Además no es hasta la formación del ejército de clones que la República cuenta con una fuerza militar eficiente que le permita ejercer su autoridad. Hasta antes de eso el brazo armado de la República era la orden de monjes armados llamados Jedi. Los Jedi son defensores de la paz y personajes de gran poder y sabiduría, seguidores del lado luminoso de la Fuerza, que pertenecen a una orden mística y monacal llamada la Orden Jedi. Los caballeros jedis son guardianes de la paz y guerreros con vocación espiritual de servicio a la comunidad.

Más allá de su código moral y religioso, los Jedi eran brutalmente ineficientes en mantener el orden en la galaxia. Con todo y su dominio de la Fuerza, la orden jedi fue incapaz de evitar guerras civiles, surgimiento de imperios criminales, es más fueron incapaces de evitar el golpe de Estado de Palpatine, Lord Sith.

Todo lo anterior nos permite explicar la inestabilidad política de la galaxia que nos garantiza tantas buenas historias y narraciones. La galaxia tiene un grave problema de gobernabilidad que se agudiza con el sistema político que adoptaron las Repúblicas. Si bien tanto la Antigua como la Nueva República se autodefine como una federación en verdad son una confederación. Ambos sistemas están basados en distintos gobiernos locales que renuncian a cierto poder y autonomía en favor de crear un gobierno central y común. La diferencia entre federación y una confederación es la fuerza del poder central y el poder local. En una federación, los gobiernos locales renuncian a más poder y libertad en favor de un gobierno central más fuerte; lo contrario pasa en una Confederación.

Las Repúblicas galácticas, por el tamaño de la galaxia, el estado de la tecnología, la diversidad de razas y la falta de un ejército central, son confederaciones de planetas y sistemas planetarios. En este caso son confederaciones débiles con poca autoridad y dejando muchos vacíos de poder que son cubiertos por otras instituciones.

Irónicamente quien se da cuenta de esto y busca remediarlo es el emperador Palpatine, Darth Sidious. En el inicio del episodio IV, A New Hope, el gobernador Tarkin explica el nuevo modelo de gobierno del Imperio galáctico: eliminación del Senado, división del Imperio en gobernadores que rieguen a grupos de planetas y sistemas y el poder de la Estrella de la Muerte para mantener el orden. El emperador establece un nivel de gobierno intermedio entre el poder central y el local, además de fortalecer su brazo armado.

Si el episodio IX pretende concluir la saga de Star Wars no solo debe responder todos los cabos sueltos que dejó el episodio anterior, debe otorgar a la galaxia un sistema de gobierno que logre al fin dar estabilidad política y social.

Los universos fantásticos no solo sirven para el entretenimiento y el placer de una buena historia. Para muchos son nuestra primera aproximación a temas como sistemas de gobierno, la diferencia entre democracias y dictaduras y la del valor de la libertad. ¡Larga vida a la República y a la Alianza rebelde!

PD. La mejor de las trilogías de Star Wars es la original, las otras dos son muy malas, con personajes sin agencia e inconsistentes. Me encuentro muy escéptico ante la última entrega, el episodio IX.