Me encanta alejarme de temas relacionados con el covid, de la pésima escena política española y del no menos lamentable nivel de la sociedad española en general cuando hablamos de según qué temas. Y me encanta más, si cabe, si es para hablar del grandísimo Bruce Springsteen, uno de mis artistas favoritos y un legendario músico que hace años se ganó su lugar en el escalafón más prominente del Olimpo artístico.

El Boss ha sacado el sencillo «Letter to You», una maravillosa canción que recupera ese toque roquero de Springsteen, un toque que, aparentemente, predomina en su nuevo álbum, que sale este 23 de octubre.

La transcendencia de Bruce va más allá de su indudable valor artístico, es de esas leyendas cuya fibra social sigue vigente. U2, la legendaria banda irlandesa, la tuvo y no parece que la mantenga, pero el Boss hizo el excelente The Rising con motivo del 11S, después de que un admirador le gritara, «Ahora es cuando te más te necesitamos», en esas fechas, en su Nueva Jersey natal. Springsteen ha mantenido ese toque de perdedor y luchador en su música, pese a ser obviamente un grande, y no se desprende de sus orígenes humildes. Quizá, en ese elemento radica gran parte de su enorme éxito.

Como admirador, tengo la suerte de haber visto al Boss en directo tres veces, y espero que haya alguna más, aunque las 70 primaveras de Springsteen le hacen entrar en el grupo de «cualquier gira puede ser la última», por lo que me convendrá lanzarme a por entradas cuando se pueda, si es que algún día se vuelve a poder. Sería una lástima que no fuera así, ya que el de Nueva Jersey se prepara a conciencia para sus más de 3 horas de concierto en cada evento, normalmente trufadas de éxitos míticos que se encuentran entre las mejores canciones de siempre, como «Born in the USA», «Born to run», «Thunder Road» o «Glory Days».

El regreso del legendario roquero es un soplo de aire fresco en un momento histórico difícil, con una pandemia rampante y una sociedad crispada por una extrema derecha manipuladora y recalcitrante, no debidamente contrarrestada por un gobierno superado por unas circunstancias sin precedentes y que empieza a decepcionar seriamente.

De hecho, no sorprendería que Springsteen se inspire en la situación actual para este nuevo álbum y eso incluye, tanto el coronavirus, como los conflictos raciales y políticos de su país natal, así como las próximas elecciones presidenciales de noviembre. Cabe recordar que el Boss apoyó activamente a Obama y, probablemente, vería con malos ojos que Trump repitiera mandato.

El arte es una magnífica válvula de escape para los peores y más oscuros momentos, tanto para los que lo producen como para los que lo consumen, y si no perdemos eso, si apreciamos ese rol de todas las formas artísticas, siempre habrá luz al final del túnel. Es una lástima que tanta gente, tanto históricamente como en la actualidad, se encuentren cómodos viviendo en la oscuridad.