El buen tiempo ya está aquí y con él llega el momento de lucir palmito. Pero, ¿realmente tenemos la piel preparada para enseñarla? Probablemente no, ya que la dermis durante el invierno sufre las inclemencias de las bajas temperaturas, el viento o la calefacción, factores que provocan envejecimiento, sequedad, deshidratación, aumento de la sensibilidad, tirantez o rojeces en nuestra piel. Tranquilidad, ¡que no cunda el pánico! Porque la buena noticia es que estamos a tiempo de poder ayudar a mejorar su aspecto con un alimento que no solo es saludable, barato y accesible, sino que además está buenísimo: el pan.

A pesar de ser uno de los alimentos que más consumimos en nuestro día a día, la realidad es que se desconocen sus innumerables beneficios. Según Moncho López, propietario de las panaderías Levadura Madre en Madrid, “el pan es un alimento muy versátil y con muchas propiedades para nuestro organismo en general y para la piel en particular, además de ser una fuente importante de energía. Así lo han confirmado la OMS y un gran número de nutricionistas”.

Cinco variedades de pan para cinco problemas cutáneos

El pan es un alimento repleto de nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento de las células epiteliales gracias a sus ácidos grasos Omega 3 y a las sales minerales como el magnesio, el silicio o el zinc, entre otros. En las panaderías de Levadura Madre, encontramos diferentes tipos de pan para según qué problema cutáneo tengamos.

  • Pan de semillas, calabaza y mijo: las semillas de calabaza tienen un alto contenido en zinc, que ayuda a la producción de colágeno y a la renovación de la piel. El mijo por su parte contiene silicio, un potente oligoelemento que mejora la asimilación del calcio y la formación de nuevas células, actúa sobre el colágeno protegiéndolo de los dañinos radicales libres y contribuye a la elasticidad de la piel. Esta variedad es perfecta para combatir el envejecimiento prematuro.
  • Pan integral de semillas: las harinas integrales contienen una buena cantidad de ácido fólico, una vitamina fundamental para el correcto desarrollo y regeneración de los tejidos epiteliales, ya que aporta energía para que los sistemas reparadores y protectores funcionen correctamente. Es por tanto un buen alimento para mejorar los efectos de la exposición solar.
  • Pan de flores: los panes de este tipo, elaborados personalmente por Moncho López, pueden contener varios tipos de flores: desde pétalos de rosa, los cuales contienen bioflavonoides y antioxidantes, así como vitaminas A, B3, C y E. Esta última es conocida como la vitamina de la piel, ya que actúa como filtro para los rayos solares y posee una acción regenerativa sobre el cutis y además trata, previene y evita los estragos causados por el sol.
  • Pan de nueces y pasas: las nueces contienen vitamina A, un antioxidante que ayuda a mantener la piel luminosa y clara. Además son ricos en Omega 3, por lo que mejoran la hidratación de la dermis y previenen la aparición de la dermatitis atópica y la psoriasis.
  • Pan de espelta: es rica en vitaminas tipo E, B1 y B2 y en betacarotenos, proteínas y oligoelementos. La vitamina B es fundamental para la reparación de las células y el desarrollo de ciertos tejidos del organismo entre los que se incluyen la piel, el cabello y las uñas. Ayuda por tanto a cicatrizar y a mejorar el aspecto de la piel.

De todos ellos, “el más demandado es el pan de espelta, seguido del integral de semillas (muy saludable) o el de nueces y pasas que tiene un sabor más dulce” afirma López.

Se acabaron las excusas. A partir de hora, ayudar a tener una piel bonita no puede ser más fácil: ¡todos a comer pan!