La cachua es un pez que en Venezuela comprende varias especies, es decir nuestros pescadores los identifican como aquellos que tienen el cuerpo aplanado, de piel muy gruesa y su rasgo distintivo es tener un tipo de cacho que sobresale de su cabeza justo arriba del ojo. Científicamente pertenecen a la familia Monacanthidae y en el Gran Caribe se encuentran cuatro géneros y diez especies.

De las cuatro especies más comunes en nuestras aguas, Cantherhines macrocerus es la que más se encuentra. Las cachuas habitan fondos someros rocosos o coralinos, pero pueden encontrarse hasta los 50 metros de profundidad. Sus ejemplares tienen tallas que van desde 40 a 90 cm en longitud, de allí que su musculatura puede dar entre 100 a 350 gramos. Estos pesos constituyen una buena lonja, de la cual los pescadores orientales preparan su plato llamado «Filet de cachua».

En el sur de Florida los llaman foolfishes porque son de nado muy tonto dejándose capturar fácilmente. Otro rasgo curioso es que también les dicen lijas, ya que su piel coriácea al secarse es usada como abrasivo para los botes.

La dieta de las cachuas consta de algas y pequeños invertebrados. A pesar de ser una especie tan apacible, cuando se reproducen, la pareja cuida el lugar donde dejan sus huevos. Cuando nacen las crías viven en aguas abiertas pero a medida crecen retornan a la protección de los arrecifes y las oquedades litorales, ya que los atunes y dorados los persiguen como su alimento favorito.

En los eventos de pesca submarina no es considerado presa ya que es tan dócil para dejarse atrapar que no es un reto. Sin embargo, a pesar de lo delicioso de su carne, su producción es muy escasa. No aparece en las estadísticas oficiales de las pesquerías nacionales. A nivel internacional se capturan unas 200.000 toneladas, siendo China el principal productor de la especie Stephanolepis cirrhifer. En Corea, esta especie, se come seca con el nombre de juipo.

El método más usual de pesca de la cachua en Venezuela es mediante nasas. En estas cajas de malla metálica se pueden atrapar bastantes ejemplares que son consumidos localmente en las bahías de Mochima, el litoral central y las ensenadas de la Península de Araya.

Como es sabido por biólogos marinos y pesqueros, una forma de aumentar su producción sería mediante el cultivo. En revisiones de internet y consulta con colegas no se tiene referencia de ensayos al respecto para rendir este rubro.

En los restaurantes de Cumaná y Puerto La Cruz son ofrecidos con gran aceptación por los comensales (incluyéndome), hasta volverlos platos exquisitos acompañados de cremas especiales o el distinguido caviar.