La Xunta de Galicia restringe a 4812 personas por día el número de turistas que pueden visitar la playa de las Catedrales de Ribadeo (Lugo). El objetivo de la medida es limitar el acceso al público para evitar saturaciones y conservar un entorno único, declarado Monumento Natural y Reserva de la Biosfera.

Tan solo se podrá visitar con autorización oficial. Como si de una obra de teatro se tratara, la Xunta ha habilitado un sitio web para adquirir las entradas. En ningún caso se ha contemplado el cobro para asistir al arenal. Los tickets son totalmente gratuitos. De esta manera se pretende conservar el valor medioambiental del lugar sin perder la valía turística.

Esta normativa entró en vigor el pasado 1 de julio y está dentro del plan de conservación integral de la playa, instalándose para épocas de temporada alta, entre los meses de julio y septiembre y Semana Santa, de tal forma que no vuelva a ocurrir lo sucedido el pasado año, cuando el 13 de Agosto la afluencia registrada superó los 14.000 visitantes. El expresidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, se encargó de ponerla en el mapa hace ya 35 años y con el tiempo ha ido adquiriendo protagonismo. Hasta tal punto que en 2014 fue reconocida como la cuarta mejor playa de Europa por los usuarios de la web de viajes Tripadvisor.

De momento, los tickets se pueden conseguir solo con 15 días de antelación y es necesario rellenar un formulario con los datos del interesado (nombre, domicilio, datos de contacto y el país de procedencia). Se permite hasta un máximo de 30 por persona. Al elegir la fecha deseada, se indica también el número de plazas vacantes e información sobre las mareas, dato relevante debido a que la belleza playa se aprecia con plenitud durante la bajamar.

El mar Cantábrico es el que esculpe sus famosos arcos y bóvedas que, en algunos casos, alcanzan los 30 metros de altura. El disfrute de esta playa consiste en perderse entre los rincones que la naturaleza ha creado, pasando entre los arcos y escuchando como el oleaje rompe contra las rocas.

Pese a no ser un lugar de turismo puro de sol y playa, donde el principal objetivo es el baño, se puede disfrutar de sus 1.328 metros de arena fina y blanca. Pero no debemos olvidarnos de su fauna: gacetas y abubillas o percebes y mejillones adheridos a las rocas son algunos ejemplos que conforman este enclave único.

Fue catalogada también como sitio de interés geológico. Forma parte de la Red Natura 2000, ya que por su riqueza animal y vegetal es Reserva de la Biosfera del Río Eo, Oscos y Terras de Burón. Además, cuenta con la bandera azul año tras año al mantenerse siempre limpia y con la Q de calidad turística.