A 20 kilómetros de la frontera francesa. A 17 de Irún, último municipio de la línea divisoria entre el País Vasco y Francia. Con tres playas, una isla, clima oceánico, cientos de montes y, sobre todo, una cultura y gastronomía únicas y singulares, se sitúa San Sebastián, la capital guipuzcoana del País Vasco conocida mundialmente por multitud de rasgos muy particulares que solo podrás encontrar en estos parajes.

A pesar de su clima lluvioso, aunque de temperaturas agradables, Donostia (así es cómo lo llaman en euskera) ofrece tres playas para que los bañistas disfruten de sus olas. La más conocida: La Concha. Mirando a la izquierda, a la orilla del mar cantábrico, dejamos la playa de Ondarreta a los pies del monte Igeldo y junto al Peine del Viento y el Palacio de Miramar. Y, a su derecha, La Zurriola, la preferida de los surfistas por sus gigantescas olas. En frente, la Isla de Santa Clara, un pequeño islote al que puedes acceder en barca para disfrutar de las vistas de la ciudad de una manera diferente.

Para los que os gusten los festivales tenéis multitud donde elegir: el festival de cine de San Sebastián, Jazzaldi, la Quincena Musical…

Esta ciudad ha sido elegida como la capital europea de la cultura 2016, así que podréis apreciar su arte en muchos sentidos. En sus dos teatros, Principal y Victoria Eugenia, y en su Palacio de Congresos y Auditorio del Kursaal. En sus museos: de San Telmo, Chillida-Leku o de Ciencia Eureka! Su Aquarium en el muelle del Paseo Nuevo. Sus bibliotecas o el Centro Cultural Koldo Mitxelena.

Para disfrutar con los más pequeños de la familia, cualquiera de sus montes ofrece un sinfín de aventuras y paseos. En especial, el Monte Igeldo, que dispone de un pequeño parque de atracciones y unas impresionantes vistas de la ciudad.

Para los deportistas: la carrera de Behobia-San Sebastián o un partido de fútbol de la Real Sociedad.

Para los que quieran disfrutar de su gastronomía, no pueden faltar los pintxos, una comida en una sidrería, disfrutar de sus Estrellas Michelín o, incluso, de una comida casera comprando en sus mercados tradicionales.

Y para los nocturnos: sus discotecas de La Rotonda y Bataplán, situadas a pie de playa; un recorrido entre bares por la Parte Vieja o un emotivo 20 de enero en la plaza de La Constitución para rememorar La Tamborrada: la izada de la bandera de la ciudad al ritmo de la Marcha de San Sebastián.

Como veis, una ciudad dirigida para todos los públicos que os llevará a un mundo paralelo y os enamorará con su cultura.