¿Alguna vez has tenido problemas con el tamaño de tu pene? ¿Te has sentido intimidado al desnudarte? ¿O quizá no has sabido participar en conversaciones sobre la medida de tu miembro? Muchos hombres han desarrollado distintas fobias debido al ‘deseable’ tamaño idóneo del miembro masculino. Esta demanda, puesta en boca del género femenino, se ha distorsionado bastante con el paso del tiempo, del eco de los medios y sobre todo del mismo sexo masculino, quien se crece en la comparativa del tamaño como en la llave del éxito para triunfar en la vida.

Pues no es así, pero la sociedad si es el factor desencadenante de la mayor parte de los complejos de la población, en la que se solicita un nuevo estereotipo de hombre, que a la par que a la mujer en otros muchos aspectos, puede desarrollar distintos traumas debido a la dismorfofobia, es decir, al temor de adquirir cierta anomalía fuera de lo requerido como normal. Este inicial pequeño ‘defecto’ puede convertirse en una horrible obsesión. La cual peligrosamente, podría convertirse en alguno de los temores descritos a continuación.

Por un lado se puede dar el miedo a la desnudez propia o de otras personas. La gimnofobia o nudofobia responden a este temor y, aunque no está claro por qué se origina, si se puede intuir que sus síntomas surjan del constante bombardeo del preferente físico actual comercializado. La comparativa de los sujetos afectados con el prototipo a seguir crea inseguridad, intolerancia con sus imperfecciones y las ajenas, e incluso repudio de uno mismo.

Los hombres acomplejados por su pene, además de la anterior, también pueden verse afectados por la venustrafobia, cuya principal característica es el pánico de tener cualquier tipo de contacto con una mujer guapa. ¡Una auténtica aberración de fobia! Pues tener miedo a conversar con alguien que consideras extremadamente atractiva no debiera ser una opción…

Siguiendo esta línea, aparece la genofobia. Se descubre en el momento de copular presentando un terrible horror e impotencia de proceder al acto sexual. También denominada coitofobia, crea en la persona un bloqueo a la hora de tener un momento que debiera contemplarse como agradable y placentero. Esta fobia puede derivar o combinarse con la medomalacufobia, que es el miedo de no controlar o perder la erección.

Para todos aquellos que sientan ansiedad o consideren que podrían verse reflejados en alguno de los nombrados: ¡tranquilos, no hablamos de ninguna enfermedad terminal! Y precisamente son las mujeres quienes últimamente han dejado caer en múltiples blogs, webs y portales online el disfrute que reciben con un pene pequeño y las facilidades que estos nos otorgan a la hora de mantener una relación sexual. Y aunque un pene grande llame más la atención de primeras, el portador de uno juquetón suele esforzarse más por complacer a la fémina ¡Y eso, sí se tiene en cuenta! El varón fetichista, aquel que a través de juguetes sexuales consigue generar placer en ambos, es con el que ellas optarán por repetir.

Por lo que recuerda que el prejuicio de la sociedad es una moda inestable y cambiante y que la sobrevaloración de lo que se opine no debe de afectar sobre la valoración real que uno deber tener como propia. Asi que, ¡investiga un poquito! Descubre lo mejor de ti, quiérete y experimenta con los productos que puedes encontrar en páginas como Shytobuy o Sexualidad Masculina.

Dicho esto, aprende y farda tú también de nueva vida sexual, olvida tus miedos y pudores, siente ser el elegido de la manada de leones, más que por la envergadura, por tu destreza con tu espada. Y deja de preguntarte cuál es la medida ideal. Adquiere tus propias facultades combinándolas con algún artículo divertido y apasionarás.