El niño rubicundo y fuerte, aunque de estatura mediana para su edad, recorría la cancha escolar de su natal Ipswich, en Suffolk, gambeteando rivales hasta anotar el gol que daba la victoria a su equipo. Al tener más edad, los visores del equipo Ipswich Town, asentado en dicha ciudad, considerada la más antigua de las poblaciones anglosajonas inglesas, lo llamó para que jugara con ellos. Así lo hizo el ya adolescente, pero ese no era el único deporte en que participaba distinguidamente. Le gustaba igualmente el rugby, que practicó mientras estuvo en la escuela Queen Elizabeth, en el año 1871.

El notable atleta que ya lo era, lo continuó siendo mientras seguía estudios en Gonville y posteriormente, cuando le tocó estudiar en el St. Thomas Hospital, dadas sus magníficas condiciones físicas, fue llamado a formar parte del equipo de rugby del hospital. Con unos pocos años más, cuando entró al Caius College en Cambridge, no solo siguió jugando rugby con el equipo de la universidad, sino que también formó parte del famoso equipo de remo, que competía todos los años con el también renombrado team de la universidad de Oxford. Como si fuese poca cosa, el recio muchacho inglés, fue uno de los pioneros de los deportes de invierno en Grindelwald (Nobel Price Org.).

Este importante historial deportivo, que debió costarle muchas horas de esfuerzo y sacrificio, no fue ningún obstáculo para que el joven de Ipswich obtuviese estupendas calificaciones en las diversas instituciones por las que pasó. A los veinte años, uno de sus tutores le manifestó que era el estudiante con mejor promedio de su generación. Poco tiempo antes había obtenido las mejores calificaciones en botánica, anatomía humana y fisiología.

Sin duda alguna, esta magnífica constitución física y amor al deporte le permitiría al joven desempeñar el extenuante trabajo intelectual a lo largo de toda su vida y alcanzar a vivir hasta los noventa y cinco años. Las últimas fotografías de él nos hacen ver que siempre permaneció con un peso ideal.

Existe una anécdota que nos demuestra su enorme vitalidad durante su vida adulta. Al estallar la Primera Guerra Mundial, su laboratorio quedó casi desmantelado ya que casi todo el personal masculino con edades para ser llamado al servicio militar tuvo que ausentarse para cumplir el deber patrio. Lo mismo pasó con las clases de medicina en la universidad. De allí su llamado a que fuesen admitidas las mujeres en la Facultad de Medicina de Oxford, ya que se estaban quedando sin alumnos.

Por otra parte, él también se sintió obligado a contribuir con el esfuerzo bélico que hacía la Gran Bretaña. Por lo tanto, se ofreció de voluntario para trabajar en una fábrica de obuses, con una carga de trabajo fuera de lo común. Comenzaba su trabajo a las 7:30 h. de la mañana y lo terminaba a las 8:30 h. de la noche. Los sábados y domingos, los iniciaba también a las 7:30 h. y la jornada la terminaba a las 6 h. de la tarde. Como igualmente en esta etapa de su vida se propuso estudiar la fatiga de trabajo en la industria, él mismo con la brutal carga de trabajo que se impuso, pudo ser un fiel testigo de ese análisis emprendido.

Charles Scott Sherrington, el joven de Ipswich aplicado en los estudios y en los deportes, estaba preparado para abrirse paso en el mundo de la ciencia.

Sus primeros años

Nació el 27 de noviembre de 1957, en Islington, Londres, siendo hijo de James Norton Sherrington, de Caister, Great Yarmouth, y de Anne Thurtell, de acuerdo con datos oficiales. Pero parece que no fue así. En primer lugar, su supuesto progenitor falleció 9 años antes de su nacimiento. Su verdadero padre sería el Dr. Caleb Rose, un reconocido cirujano, que había llegado a Ispwich, procedente de Londres, con Anne, Charles y dos hermanos más, todos hijos del médico Rose. Después de la muerte de la esposa de Caleb, muchos años después, en 1880, este se desposaría con Anne Thurtell.

Parece que la polémica sobre el verdadero padre de Charles Scott Sherrington continúa, pero en todo caso, la figura paternal que tuvo decisiva influencia en la vida del niño incuestionablemente fue el Dr. Rose, quien no solamente era un reputado cirujano, como se dijo anteriormente, sino que también se distinguió como arqueólogo y gran conocedor de la pintura de los artistas locales. Charles demostró siempre en su vida adulta un gran interés por el arte, que sin duda le fue trasmitido por su verdadero padre.

Su interés por estudiar medicina también debe haber tenido la influencia del Dr. Rose, quien incluso le regaló la mejor obra que sobre fisiología había en ese momento, el libro del alemán Johannes Mueller, Elements of Physiology, que leyó por completo aun antes de iniciar sus estudios de medicina en el St. Thomas Hospital. Al concluir los mismos, presentó con éxito los exámenes para ser Fellow del real colegio de médicos cirujanos.

Su carrera como investigador

Después de una corta pasantía en Edimburgo, entró a la universidad de Cambridge para estudia fisiología con el profesor Michael Foster, después de la cual fue admitido en los Colegios de Gonville y de Caius, para proseguir estudios. En 1881 asistió a un congreso en Londres en donde se analizó los estudios hechos en Inglaterra y otros países europeos, sobre las funciones de los nervios. A su regreso a Cambridge comenzó a estudiar los efectos que tenían las escisiones del cerebro de animales sobre el organismo. Tres años después publicó un trabajo en asociación con Langley sobre sus hallazgos. Así fue el inicio científico de Sherrington en los estudios neurológicos, temática que no abandonaría durante el resto de su vida. Ya era profesor de anatomía en Cambridge y de histología en el hospital de St. Thomas (Nobel Prize Org.).

Durante el invierno 1884-85 estuvo en Estrasburgo para trabajar con Goltz y sus experimentos con cerebros de perros, publicando un artículo sobre esas intervenciones. Para esa época ya había obtenido los grados académicos correspondientes en la Universidad de Cambridge, incluyendo el de maestría.

Viajó luego a España en 1885, con una comisión organizada para estudiar la epidemia de cólera y la efectividad de la vacuna de Ferrán. En esa oportunidad conoció a Ramón y Cajal, hecho que fue de relevancia para su trabajo, ya que había leído sus trabajos sobre las neuronas. De España, siguió viaje a Venecia, en donde ocurría otro brote de cólera. Con todas las biopsias recogidas en ambas visitas, llegó a Berlín para hacerlas conocer de Rudolph Virchow, quién luego lo refirió al laboratorio de Robert Koch, para hacer un curso de 6 semanas, pero con quién permaneció en realidad por espacio de varios meses (Nobel Prize Org.).

En esos primeros años en Cambridge, Sherrington se dedicó a estudiar la médula espinal, influenciado por algunos fisiólogos y neurólogos de fama que conoció, particularmente con mayor énfasis en la acción de los reflejos medulares, tema que por la época era bastante controversial y muy en especial las segmentaciones motora y sensorial.

De cada lado de la médula espinal sale, por un agujero entre dos vertebras, una raíz dorsal o posterior y una raíz ventral o anterior. Las dos raíces se unen y forman el nervio raquídeo o espinal. La raíz dorsal es eferente y lleva información hacia el cerebro. La raíz ventral es motora y lleva las órdenes a los músculos.

(José Ramón Alonso)

Fruto de dichas investigaciones fue la publicación de varios artículos, seguidos por otros que analizaban el efecto de los nervios eferentes sobre los músculos. Así, pudo elaborar mapas segmentados de la piel llamados dermatomos. A partir de 1893 y hasta 1897, se dedicó a determinar la distribución de los segmentos de piel afectados por los nervios y descubrió el importante hecho de que aproximadamente una tercera parte de los nervios distribuidos en un músculo eran eferentes. Es decir, dotaban a los músculos de una función sensorial. Así, el investigador inglés pudo sembrar las bases de lo que luego se conocería como el “sistema propioceptivo”. La primera ley de Sherrington nos dice que “cada raíz posterior de un nervio espinal recibe información de una zona determinada de la piel, con cierto solapamiento de los dermatomos adyacentes”.

Al año siguiente (1895) fue nombrado catedrático de la Universidad de Liverpool, en donde de inmediato retomó sus estudios anteriores. Se enfocó en la conexión entre el cerebro y la médula espinal, por intermedio del tracto piramidal. Estos experimentos ayudaron a comprender cómo funciona la médula espinal, así también qué sucede cuando una persona tiene una tetraplejia. En 1905 publicó su conocido libro The integrative action of the nervous system que se basó en las conferencias que dictó un año antes en la Universidad de Columbia.

Ya convertido en toda una celebridad, en 1913 le fue ofrecida la cátedra Waynfleet de fisiología de la Universidad de Oxford, la cual aceptó permaneciendo en ella hasta su retiro en 1936. Allí publicó su clásico libro Mamalian phisiology: a course of practical exercises, escrito especialmente para los alumnos a los que daba clases.

El hombre

Sus principales atributos fueron la humildad, la generosidad y el don de gentes, que le hacía tener muchas amistades. Tuvo numerosos alumnos y entre ellos algunos muy famosos como Wilder Penfiel, Sir John Eccles, Ragan Granit and Howard Florey, estos tres últimos recibieron posteriormente el premio Nobel. También tuvo bastante influencia sobre Harvey Cushing, pionero de la neurocirugía (Wikipedia).

Dejando a un lado su aporte monumental en la historia de la neurofisiología –cuyo aporte principal recae en el descubrimiento de la “función integradora del sistema nervioso, en cuyo desarrollo se compendian sus importantes aportaciones al estudio de la diferenciación entre acciones inhibidoras y acciones excitadoras” (Blanco, 2014)–, Sherrington fue un apasionado de la filosofía, lo que quedó expresado en su libro Man on his nature, por la literatura (particularmente por la poesía de Goethe), e incluso él mismo escribió varios versos que fueron publicados en el libro The assaying of Brabantius and other verse. También se interesó por la historia, en este caso fue el autor de una biografía del médico francés del siglo XVI Jean Fernel. Charles Sherrington fue un verdadero humanista en todo el sentido de la palabra.

Premios y reconocimientos

A través de toda su larga carrera profesional y académica, obtuvo numerosos premios y reconocimientos. En 1905 recibió la “Medalla Real”, en 1922 la “Cruz de Gran Caballero de la Orden del Imperio Británico y en 1924 la “Orden al Mérito”. En 1927 fue reconocido con la “Medalla Copley”. Obtuvo igualmente doctorados de las Universidades de Oxford, Londres, Sheffield, Birmingham, Manchester, Liverpool, Gales, Edimburgo, Glasgow, Paris, Estrasburgo, Lovaina, Uppsala, Lyon, Budapest, Atenas, Bruselas, Berna, Toronto, Montreal y Harvard.

Otros datos y el final

En 1892 Sherrington se casó con Ethel Mary, hija de John Ely Wright, de Manor, Suffolk, quien falleció en 1933. Tuvieron solamente un hijo, de nombre Charles (“Carr”) E.R. Sherrington, nacido en 1897. A los 80 años recibió la pensión y regresó a su amada ciudad de Ipswich, donde construyó una casa. Se dedicó a escribir y a tener una gran correspondencia con sus amigos y colegas. Sus últimos años los vivió agobiado por la artritis, pero siempre conservó una lucidez esplendorosa. La muerte le sobrevino el 4 de marzo de 1952, como consecuencia de una insuficiencia cardíaca.

Para terminar, queremos destacar uno de sus nobles pensamiento sobre el objetivo que debería tener la enseñanza:

En una ocasión le preguntaron cuál debería ser el papel de la Universidad de Oxford en el mundo y contestó así… después de algunos siglos de experiencia pensamos que hemos aprendido aquí en Oxford a enseñar lo que se sabe. Pero ahora, con el innegable incremento de la investigación científica, no podemos continuar a expensas del hecho básico de que hemos aprendido a enseñar lo que se sabe. Debemos aprender a enseñar la mejor actitud para lo que no se sabe. Puede que lograrlo nos lleve también siglos, pero no podemos escapar de este nuevo reto, ni queremos hacerlo.

(José Ramón Alonso)

Bibliografía

Alonso, José Ramón. (2014). Sherrington. JRAlonso.es.
Blanco, Carlos. (2014). Sir Charles Sherrington y la naturaleza de lo mental. Contrastes. Revista Internacional de Filosofía, XIX(2), 207-227.
Nobel Prize Org. (2024). Sir Charles Sherrington – Biographical. NobelPrize.org.
Wikipedia. (2024). Charles Scott Sherrington. Wikipedia – The Free Encyclopedia.