La galería muestra de nuevo la obra de Jaume Plensa, tras dos exposiciones anteriores, la primera de ellas en 2005, en la que se exhibieron diversas piezas de obra gráfica; la relación con el artista comenzó al editar la galería (entonces Galería Estiarte) una serie de litografías y grabados titulada “Anónimos”, en la que por primera vez aparecieron rostros alargados, como si de velas se tratara, de diversas etnias, estampados en papel japonés, en las que como fondo, grabado en seco, aparece un texto de Shakespeare. En esos momentos, Plensa había realizado recientemente la que iba a ser una de sus obras más emblemáticas: la Crown Fountain en Chicago.

Cinco años más tarde, en 2010, hicimos la segunda exposición: “Obra sobre papel”, con dibujos de medio y gran formato, ambas exposiciones tuvieron lugar en nuestro antiguo local en la calle Almagro. Han transcurrido ocho años hasta que Plensa ha encontrado el momento de estar de nuevo en la galería, aunque la colaboración había continuado en exposiciones colectivas y con su presencia en el stand de Arco durante estos años. Esta exposición coincide con las dos mustras que actualmente tiene en los dos museos más emblemáticos de nuestro país, una en el MACBA de Barcelona y otra en el Museo Reina Sofía en su sede del Palacio de Cristal del Retiro en Madrid, ciudad en la que además ha colocado una escultura de 12 m. de altura en la Plaza de Colón, y que permanecerá allí durante un año, prestada al Ayuntamiento por la Fundación Cristina Masaveu. También en julio el Museo del Grabado de Marbella le dedicó una exposición: “La música gráfica”, que llenó todo el museo de estampas relacionadas con el mundo de la música tan unido siempre a su obra.

La exposición que inauguramos consta de esculturas y dibujos. Tres esculturas de bronce, de gran formato, 3 dibujos y una escultura de acero inoxidable y mármol, todo realizado entre 2017 y 2018.

Jaume Plensa nace en Barcelona en 1955. A los 18 años se traslada a Berlín, donde vivió además de en Bruselas, Inglaterra, Francia y EEUU. Ha sido profesor en la Ecole Nationale de Beaux Arts de París y coopera regularmente con la School of the Art Institute de Chicago. Expone en galerías y museos de toda Europa, EEUU y Asia. Tiene esculturas en espacios públicos instaladas en Francia, Japón, España, Inglaterra, Corea, Alemania, Canadá, USA, etc. “The Crown Fountain” (2004) en Chicago, es una de las más célebres e interesantes y le ha valido un gran reconocimiento internacional, que consta de dos torres de vidrio de 16 m. de alto, con pantallas LED, vídeo, agua, acero y madera. En las pantallas van apareciendo mil personas anónimas, que viven en la ciudad y de cuyas bocas mana el agua de la fuente, agua que forma una lámina de varios milímetros, que puede ser transitada cómodamente por la gente, en un lugar de encuentro y disfrute.

En sus obras la utilización de materiales de muy diversa índole, así como la presencia del sonido, el agua, la luz, le dan un carácter que permite el diálogo entre el espectador y el artista. Los símbolos compartidos se convierten en la clave para entender el mundo escultórico de Plansa, donde la poesía se instaura como una importante herramienta de trabajo con el fin primordial de comunicar ideas y transmitirlas a quien las contempla. “El material es sólo un vehículo. La verdadera materia de la escultura son las ideas. Y estas ideas están, son energía que emana de los objetos, de los espacios, de las personas”, “Si decimos que el arte es una forma magnífica de preguntar, también lo es su función de puente sobre el que otros pueden pasar”, en palabras del artista. Plensa está en el mundo de la poesía y de la música, no entender esto es no entender su obra.

A lo largo de estas dos últimas décadas Plensa ha recibido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos la concesión de la Medalla de Caballero de las Artes y las Letras del Ministerio de Cultura de Francia en 1993. Premi Nacional de Cultura i d´Arts Plàstiques de la Generalitat de Catalunya en 1997. Premio Marshall de Excelencia en Escultura pública en Londres en 2009. Premio Nacional de Artes Plásticas en 2012. Premio Velázquez de las Artes en 2013, año en el que también recibió el Premio de la Calcografía Nacional. Premio Global de Bellas Artes por mejor instalación pública en la Bienal de Venecia en 2015.