El 15 de septiembre de 1918 en la colina de Laffaux se encuentra un venezolano operando una ametralladora. Este capitán combate por los franceses ante una arremetida alemana en la batalla de Argonne. Mientras defiende su puesto varios proyectiles enemigos lo alcanzan. De acuerdo a los escasos datos que se tienen, el hombre, llamado José de Jesús Sánchez Carrero, rehúsa a abandonar su puesto, no obstante las heridas graves que tiene.

Hay dos versiones posteriores: una dice que la colina fue tomada por los alemanes y un soldado enemigo conversó con el mientras moría, quizás asombrado ante su resistencia. ¿O quién sabe qué pudieron haber conversado? La otra versión declara que finalmente fue evacuado por los franceses y mientras se dirigía al hospital, falleció. Faltaban menos de dos meses para el armisticio.

Como los detalles de su muerte, también la precisión de su nacimiento esta poco clara. Algunos investigadores, debido a los registros de la Legión Extranjera Francesa, han ubicado su nacimiento el 20 de julio de 1883 en Pregonero (Estado Táchira, la Escuela Integral de esa localidad lleva su nombre); otras fuentes aparentemente más recientes y mejor documentadas lo colocan en el pueblito merideño de Guaraque el 9 de noviembre de 1879 donde una plaza lleva su nombre. Según consta en libro de actas, este último sitio y fecha son las correctas.

En los Andes venezolanos trascurrió su infancia y educación básica. Era hijo de agricultores y sí está comprobado que su juventud la vivió en Pregonero. Debió haberse formado militarmente y tenido contacto con los grupos andinos que ejercerían el poder a principios del siglo XX en Venezuela. A sus 22 años se encuentra en Caracas luchando contra la Revolución Libertadora como edecán de Juan Vicente Gómez, anteriormente se habían conocido en San Cristóbal. Al servicio del dictador permanecerá en el Ejército Nacional.

Para el año de 1907 se estima que se mudó para la Isla de Margarita por funciones laborales. Al año siguiente tiene un hijo en Pampatar de igual nombre con su esposa Maria Esther (a ese hijo lo conoceré a sus 95 años en mayo de 2005 como único testigo vivo del accidente mortal del famoso aviador Carlos Meyer Baldo). Toda la familia se mudará en 1911 a Los Teques, que será su última residencia venezolana.

Como escribe el Sr. José Sanchez Lecuna, salió en un barco en 1913 de la Guaira a Las Palmas (Islas Canarias), luego de ahí a Cádiz, después a Barcelona, luego Marsella (todo en barco). De Marsella en tren a París, de París en tren a Lausanne (Suiza) y de Lausanne a Leysin (en el Cantón de Vaud).

Luego de su recuperación en Suiza estalla la Primera Guerra Mundial y se va a Ginebra al consulado de Francia para enrolarse en el Ejército francés, a pesar de las reticencias del General Gómez: bbviamente él era germanófilo. Pero luego le dio su visto bueno «para que aprendiera acerca de la guerra para cuando regresara a Venezuela pudiera enseñar a los militares venezolanos las diferentes estrategias que en el campo de batalla presenció y en las cuales participó».

Con un tiempo participando en batallas le fue concedida la Legión de Honor y la Cruz de Guerra por su valentía en el combate. Logró el grado de Capitán, máximo ascenso al que podía acceder un oficial extranjero de la Legión. Su nombre está inscrito en el Osario de Douaumont cerca de Verdún, cuando empezó esa batalla en febrero 1916 y terminó en diciembre 1916. En una carta que le escribió a E.Gómez Carrillo, Director de El Liberal de Madrid, con fecha de enero 1917, hace una descripción bastante espeluznante de la batalla del Somme que sucedió en julio 1916.

Los franceses lo entierran en el cementerio de Bois Roger, actualmente Cementerio Militar Ambleny situado en el lado norte de la carretera Compiègne-Soissons (en la N 31, si algún venezolano pasa por allí compre unas flores y dele esa cortesía). Para finales de 1918, el Gobierno venezolano se entera y comisiona al general López Contreras para rendirle honores en Francia. El 23 de enero de 1919 en Caracas se le hace un Funeral de Estado con misa oficiada por Monseñor Navarro con elegía de Pedro Elías Gutiérrez, banda marcial, representantes diplomáticos franceses y locales.

Para esta reseña agradezco la información sobre este personajes a mi amigo el Ing. Darío Silva, al Prof. Froilan Ramos y Monsieur Michael Jalabert.