Si uno entra a Wikipedia, la enciclopedia digital, para buscar información del célebre barítono Dmitri Hvrostovsky, encuentra escasamente media página de información.

Por el contrario, si uno ingresa, a modo de ejemplo, en el buscador de videos YouTube y pone el mismo nombre y escucha alguno de sus videos, encuentra una potente, cálida y bella voz, una carismática personalidad que, aunque no muestre emociones –porque el cantante las congela- sí provocan un diluvio de estas en los oyentes, sea que escuche los videos de sus interpretaciones operáticas italianas o rusas, o bien de sus encuentros con otros famosos cantantes de diversa nacionalidad y dominio de idiomas, o bien sus personalísimas interpretaciones de romanzas rusas o de canciones populares de ese inmenso país que es Rusia.


Quién era Dimitri es todavia tema poco explorado, pues su voz era justo él y quizá porque lo sorpresivo y repentino de su muerte, a tan solo 55 años de vida, no ha dado tiempo aún para reaccionar a su variadísimo público y a los críticos.

Sin embargo, se aconseja no leer las críticas malsanas que aparecen en muchos de sus videos en Youtube, sitio que se encuentra pletórico de impresiones de oyentes, quienes critican su dicción en inglés, italiano, francés, olvidando lo esencial: la impresión que dejan los cantantes debe analizarse desde el mundo del espíritu, no desde la acotada noción de cómo se pronuncian las palabras. Y justo Dimitri debe analizarse –si es que la música clásica es campo propicio para tan pueril ejercicio, tan solo por las emociones que produce en el oyente. Dejemos, por tanto, el análisis técnico de su voz a los especialistas y centrémonos en lo poco que se encuentra escrito sobre el artista

Infancia: la forja de un rebelde

Dmitri era hijo único. Debido a los exigentes horarios de su padre, Alexander, un ingeniero, y su madre, Lyudmila, una ginecóloga, fue criado por sus abuelos maternos. El alcoholismo de su abuelo era la resultante de las condiciones de vida en Siberia y de sus experiencias traumáticas en la Segunda Guerra Mundial .

Al principio, Dmitri, quien tuvo una escolaridad truncada y llena de incidencias propias de la época y el sitio de su nacimiento, asistía a la escuela de música por las tardes y noches, pero a los 14 años interrumpe su vida educacional y se involucra con pandillas callejeras, se aficiona al consumo de vodka-toda una cultura que singulariza a los rusos - y termina enfrascado en peleas. Más de una vez regresaría a su casa con la nariz rota…

Vida académica

Pese a las peleas callejeras en las que se involucraba y de las que solía salir ganancioso gracias a su corpulencia y estatura, Dimitri logra completar su educación y a los 16 años se inscribe en un curso para directores de coro: una profesión que nunca ejercería, pero que, en buena parte, permite explicarse su relación tensa con muchos de los directores cuyas batutas le daban órdenes que Dimitri rehusaba cumplir.

Poco tiempo después ingresa al conservatorio de Krasnoyarsk y estudia con Ekaterina Yoffel, quien lo ayuda a adquirir el envidiable control de la respiración que más adelante lo iba a apoyar en su carrera.

En una ocasión, Dmitri diría de su única maestra de canto :

«Ella me hizo comenzar muy, muy estrictamente, a hacer que mi voz sonara correctamente. No se me permitió obtener notas más altas que ciertas, y notas más bajas que ciertas. Lo yo cual odiaba. De repente, no podía cantar en su clase. En mas de una ocasión pasaría por mi mente romper con ella, y eso nunca me había sucedido antes. Yo estaba empezando a culparla por restringirme ,aunque no sabía en ese tiempo que fue justo eso lo que me haría triunfar».

En 1986 se gradúa como cantante y los 24 años se convierte en uno de los cantantes más jóvenes en ser nombrado Artista Estatal.

Durante los años en que su ciudad de nacimiento, en la cual se concentraban muchas de industrias dedicadas a la defensa, perteneció a la URSS, estuvo cerrada a relaciones con Occidente y aunque la Historia no detalla una a una las vidas de quienes allí vivieron, los que se han adentrado en el conocimiento de la dura era stalinista y poststalinista pueden entender el porqué del impacto de la situación de práctico encierro cultural que se va a reflejar- indefectiblemente – en la dureza de su carácter, que no corría en la misma línea de sus éxitos…

Carrera

Dmitri inicia su carrera en 1989 en Cardiff (Gales), en el concurso Singer of the World, cuando compite con el también barítono Bryan Terfel y gana al favorito, justo en su propio pais. A partir de ahí deja de hacer presentaciones en teatros populares e incluso en panaderías de pueblo de su inmenso país para dedicarse profesionalmente a una carrera en la que va a ir de ascenso en ascenso .

El 29 de setiembre de 1999 - a sus 40 años- abre la temporada de la Ópera Metropolitana de Nueva York cantando como Germont en La Traviata, de Verdi, y, al igual que le sucedía en su ya lejana Siberia, logra conmover a la audiencia, en razón de que su canto establece el mismo vínculo de intimidad con cada audiencia con su inconfundible voz de barítono lírico, el más alto en el rango. Una voz que la crítica neoyorquina de ópera Francine Plessy Gray cataloga como «obscenamente deliciosa», amén de un fraseo en los legatos que suele estar magníficamente esculpido, un timbre característico cargado de emoción y, en fin, el añadido de un extra: una ardiente presencia en el escenario, a lo que contribuyen su estatura y agilidad, sus altos pómulos y una melena prematuramente plateada, que arrebata a las mujeres, independientemente de que gocen o no de conocimientos en la ópera, según afirmaría Joseph Volpe, el gerente general de la Ópera Metropolitana de Nueva York.

Su dura infancia en una ciudad cerrada y helada obviamente va a determinar un carácter que luego debe adaptar a la fuerza y nada fácilmente para sentirse cómodo con auditorios muy diversos en diversas partes del mundo.

Para ocultar ese problema de relaciones interpersonales Dimitri solía adoptar un aire de prepotencia, que era más bien reserva, pues en el fondo era muy cálido y amable, como lo han dejado en evidencia su esposa Florencia y cantantes de gran talla y reconocimiento, entre ellos: Plácido Domingo, José Carreras , Luciano Pavarotti, Bryn Terfel, Thomas Hampson, Anna Netrebko, Elina Garanca, Rolando Villazón, Jonas Kaufmann , Renée Fleming, con quienes comparte escenarios en diversos teatros y plazas de concierto.

Un paréntesis es necesario: la ópera -uno de los fuertes de Dmitri como cantante clásico – era una variedad para públicos muy selectos y, por ende, minoritarios, hasta que tres grandes de la lírica abren al mundo esa maravilla contenida y aislada por tantos años, cuando en el productor italiano Mario Dradi tiene la idea de abrir el mundo de la opera a las multitudes y presenta a Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras en el Campeonato Mundial de Fútbol de 1990. Desde entonces es usual que los cantantes clásicos suelan incursionar también en el mundo de las canciones folklóricas y populares, aunque ello estremezca a los puristas….

Melancolía y problemas financieros

Pese a sus éxitos, Dmitri solía tener problemas financieros, así como a caer en excesos de ingesta de vodka, lo que pone en evidencia parte de su psicología, arrastrada desde la niñez y la adolescencia, que en lo profesional es visible por su actitud hosca en la selección de roles a interpretar y de ello pueden dar constancia los que manejan la ubicación de roles para los artistas.

Pese a su rebeldía y tozudez, poco a poco, Dmitri –quien se casa en dos ocasiones: la primera con una rusa bailarina de ballet, la segunda con una cantante suiza de ópera, va adaptándose a su nuevo mundo que ya no es la calle y las peleas de pandilla. Deja de fumar, espacia las tomas de vodka, se lía con el inglés ,el francés, el italiano. Pero no deja de ser melancólico, tampoco de leer a Dostoievski, lo que combina con su pasión: los programas de televisión de los que va a ir extrayendo formas de comportamiento muy distintos a los de su niñez y juventud.

En junio del 2015, Dmitri ,quien es para entonces padre de dos gemelos, de su primera relación, y de dos niños (un varón y una hembra) con su segunda esposa, anuncia públicamente que ha sido diagnosticado en Londres de un cáncer de cerebro y cancela sus apariciones en público.

No obstante ello, su pasión por la ópera y sus necesidades monetarias –como le sucedería igualmente a Luciano Pavarotti - hacen que regrese a la Ópera Metropolitana de Nueva York en setiembre de 2015 para cantar junto a Anna Netrebko en el rol del Conde de Luna en El Trovador de Verdi.

Un breve vistazo a la revista Forbes, que suele publicar los montos y lugares en que se encuentran los famosos, en el caso de Rusia, nos revela que, pese a su enorme popularidad y a las hondas emociones que producía con su voz, Dmitri ocupa tan solo el lugar número 38 de los más ricos, precedido de tenistas, jugadores de fútbol, boxeadores, patinadores...

Y una revisión de detalles escondidos en la maraña de informaciones en la red permite encontrar dos definiciones complementarias de la personalidad del cantante, hechas por él mismo, que copio textualmente:

«Yo podría fácilmente beber dos botellas de vodka después de una actuación».

«Suelo ser demasiado arrogante y categórico con los directores».

Deceso

En una página especial en Facebook, se encuentra esta esquela de su familia que copiamos traducida:

«Nuestro amado barítono operístico, esposo, padre, hijo y amigo Dmitri Hvorostovsky, falleció tristemente el miércoles 22 de noviembre de 2017 a la edad de 55 años. Después de una batalla de dos años y medio con un cáncer cerebral, murió pacíficamente, rodeado de su familia en un hospicio cerca de su casa en Londres, Reino Unido. Le sobreviven su esposa, Florence Hvorostovsky, y sus dos hijos, Maxim (14) y Nina (10), sus hijos gemelos, Alexandra y Daniel (21), de un matrimonio anterior; y sus padres, Alexander y Lyudmila.

»Tras retirarse de la etapa de la ópera a finales de 2016 debido a complicaciones del tumor, Dmitri hizo su última aparición pública en un concierto de "Dmitri y amigos" en el Grafenegg Festival de Austria en junio; en septiembre, fue galardonado con la Orden del Mérito por la Patria del IV grado, uno de los más altos honores no militares en su Rusia natal, por su gran contribución al arte y la cultura rusa.

»En lugar de flores, la familia Hvorostovsky ha pedido que se hagan donaciones a : Cancer Research UK, para ayudar a continuar la lucha contra el cáncer.

»Cancer Research UK apoya la investigación de todos los aspectos del cáncer a través del trabajo de más de 4.000 científicos, médicos y enfermeras.

»Haga una donación hoy y ayúdenos a adelantar el día en que todos los cáncer se curen. Donar a través de esta página es simple, rápido y totalmente seguro. Sus detalles están seguros con Cancer Research UK.

»Si usted es un contribuyente del Reino Unido, el valor de su donación puede aumentar en un 25% según el esquema de Gift Aid, sin costo adicional para usted. Marque la casilla Ayuda de Regalo cuando done».

Paz a su Espíritu, nuestro mensaje de consuelo a su familia y una cordial invitación a escuchar a Dmitri.