El café es uno de los pocos productos alimenticios que representan un estilo de vida. Presente en todas las clases sociales, y preferido por diferentes tipos de personas, es una parte importante en la dieta de muchos, aunque no esté directamente relacionado con la alimentación, sino con el placer o el efecto que produce beberlo. Hoy por hoy, la cultura del café se está extendiendo hacia zonas del mundo en donde en donde tradicionalmente las bebidas predilectas han sido otras, como el té.

Es precisamente esta tendencia marcada por el oscuro elixir, la que años atrás ha llevado a la creación de una asociación que trabaja para promover su consumo y garantizar su calidad, por ahora con presencia en dos continentes, donde se encuentras los países con un mayor índice de consumo: la SCAA (Asociación de Cafés de Especialidad de América, por sus siglas en inglés) y la SCAE (Asociación de Cafés de Especialidad de Europa). El ente aliado de estas asociaciones es la WCE (World Coffee Events), que entre otros organiza el World of Coffee (1), un evento de masa en donde anualmente tostadores, productores, fabricantes de máquinas e insumos se dan cita para intercambiar ideas, hacer negocios, contactos, y además, divertirse.

Son tres días en los que todos los amantes del café nos damos un festín conociendo personas de todo el mundo con un espíritu joven y deseoso de aprendizaje y por supuesto, bebiendo los mejores granos. Se puede decir que se divierte mientras se aprende. Este año, el evento tuvo lugar en Rimini, Italia, una ciudad en las playas del Adriático famosa por su vida nocturna y cuya mayor fuente de ingreso es el turismo. No pudo haberse elegido mejor ciudad, siendo Italia la cuna de la cultura del espresso; además de haberse llevado a cabo en medio de monumentos que hablan por sí solos y cuentan una parte de la historia del antiguo Imperio Romano, y playas espectaculares. Para alguien como yo, amante de la diversión y la cultura; y de hecho, creo que para muchos otros también, Rimini es el escenario perfecto para organizar este tipo de evento casi al inicio del verano, en donde además tuvieron lugar diferentes fiestas en la playa, sin dejar de lado el tema principal: el café. De hecho, el Aeropress Championship, que es una competencia mundial anual en donde expertos en la preparación de café provenientes de diversos países, compiten para elegir al mejor dominante del innovador método de preparación de café. Aeropress tuvo lugar en una discoteca junto a la playa y fue seguido por una gran fiesta para todos los cafeinómanos.

En el marco del World of Coffee, también se realizó la competencia más importante dentro del mundo del café: el World Barista Championship, que, como todos los años, selecciona al mejor representante de esta profesión. El objetivo es también elegir el café más adecuado para la preparación de café espresso, macchiato y cappuccino, y que además puedan expresar aspectos que el barista quiere representar con un producto determinado, tales como el territorio, la historia y el trabajo detrás de cada taza. Estos vendrán calificados a nivel sensorial y de habilidades de preparación por un panel de jueces que cumplen un papel muy importante en la industria. Además cada concursante debe preparar una bebida de autor que exprese su personalidad, creatividad y su juicio para exaltar las propiedades sensoriales de un café específico, y como éste debería beberse.

Mi primera experiencia como voluntaria, teniendo en cuenta que con mis apenas 23 años (a tiempo para muchos, tarde para algunos, aunque no importe la edad sino la pasión) estoy dando mis primeros pasos en la industria, puedo decir que fue bastante enriquecedora. No siendo barista, ni aspirando a serlo, pero sabiendo cuán importante es tener al menos una base de este tipo de conocimiento si quiero dedicar mi vida al café y mejoras mis habilidades degustativas, aprendí cosas que no son tan obvias, o al menos para mí, como el tiempo ideal de extracción cuando se quiere hacer un buen espresso, y di también mis primeros pasos en el Latte Art.

No tengo palabras para describir la adrenalina que sentí mientras cumplía mi función de controlar el tiempo de competencia: quince minutos, para ser más exacta, de cada uno de los concursantes del Barista Championship. Como principiante, no teniendo en cuenta la importancia de la función, cometí muchos errores, pero con cada concursante que pasaba entendí la diferencia que hacían algunos segundos. Tener la oportunidad de ver en primer plano cada una de las presentaciones (y además, degustar cada preparación en el backstage) fue la mejor compensación que pude tener por mi trabajo, porque pude cumplir mi objetivo de aprender algo nuevo, y entrenar mis papilas gustativas para distinguir cada vez mas sabores, texturas y aromas. Fue también muy emocionante ver la pasión con la que cada una de estas personas hace su trabajo, y por ende la excelencia en sus presentaciones.

Tuve también la oportunidad de sostener conversaciones muy interesantes con personas comprometidas en este mundo, pero provenientes de todo tipo de culturas y trabajos relacionados con el café. Con ellos pude expresar mis puntos de vista sobre la sostenibilidad social y ambiental en la industria, y recibir ideas interesantes sobre proyectos que deberían aun ser desarrollados y que, tal vez, lleguen a estar en mis manos. Entraron nuevas personas a mi vida, que espero permanezcan en el tiempo, listas para un futuro encuentro en cualquier rincón del planeta.

La moraleja de todo esto es que cuando se tiene una pasión, vale la pena viajar no importa cuán lejos, ni si hay que cruzar hacia el otro lado del Océano, con tal de enriquecer nuestro conocimiento y abrir nuevas puertas hacia un mundo en el que quereos entrar. Porque un granito de café mueve montañas.

Otra lección importante es que los ángeles existen. Ellos aparecen cuando alguien que como yo, persigue un sueño, viaja sola. Son las personas que hicieron que la semana del World of Coffee fuera inolvidable para mí, desde mi entretenido compañero de viaje, hasta quien calurosamente me abrió las puertas de su casa, pasando por aquellas personas de a pie con quien pude compartir mientras caminaba sola por la ciudad: pude darme cuenta que ellos también tienen sus propios sueños y a los que probablemente yo podía aportar algo para que se hicieran realidad, y quienes a pesar del cansancio no rechazaron llevarme de tour, todo para que yo estuviera bien durante mi estancia en Rimini Beach. Ellos también se convirtieron en amigos de aventuras, ambos esperamos pacientes una próxima vez. No alcanzan a imaginarse la magnitud de lo que han hecho por mí. A todos ellos: Grazie mille!

Nota
(1) http://www.youtube.com/watch?v=4eCCbjokPNA

Para más información
World of Coffee
Rimini Fiera