Mi idea sobre la colección, surgió de la observación del mundo actual y la búsqueda de inspiración en realidades paralelas que nos ayuden a poder conjugar el mundo de los sueños y el caos social, político y económico que nos envuelve.

Partiendo de este principio, he intentado plasmar en mis diseños una alternativa que pueda conectar un mundo globalizado, intercultural y que tiende a desvalorizar la creatividad, para unificar y/o uniformar ideas, pensamientos y formas de vestir (expresión de la cultura, la forma de ser y "aparador" de la personalidad).

La globalización mal entendida, trae como consecuencia la pérdida de identidades ricas en matices.

El dominio político, pero sobretodo económico, hace que las tendencias en moda, estén mediatizadas y dirigidas a un determinado público, que aspira a ser y comportarse de forma que se asimilen al máximo a las clases dominantes.

Existen intentos particulares, que pretenden "salir del sistema" creando "anti-modas" que se unen en grupos para ser identificados y diferenciados de la industria que marca la tendencia.

Por otra parte, la realidad económica actual, hace que se intente conseguir el máximo mercado al mínimo precio.

¿Dónde está la inspiración, la imaginación y la capacidad de cada uno para decidir como se viste, cómo se presenta al mundo?

Para mi la el concepto moda-vestimenta es el simple hecho de tener la capacidad de crear por la vía tangible tus ideas, pensamientos, sueños, ilusiones, desgracias, rabias, etc. a parte que es la vía artística más funcional y la expresión de uno mismo, a veces, casi sin ser consiente. Me fascina pensar que por el simple hecho de escoger la ropa el día a día ya tenemos que ser creativos y poner-nos a pensar, aunque sea por un instante en moda.

En otras modalidades artísticas esta ventaja no existe, ya que no a todo el mundo le gusta la pintura o la escultura, pero si que hacemos un esfuerzo, para ir arreglados, o expresar cosas con la moda.

Texto de Anna Cortada Bordas