Conversar con la directora coral, Angela María Cordero Morales, catedrática de la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica, es un placer, pues como solo algunos elegidos, posee un acervo increíble que comparte gustosamente con sus alumnos, coristas y cualquiera que desee escucharla. Graduada del prestigioso Conservatorio Tchaikovsky y la Escuela Superior en Moscú, Rusia, esta costarricense de una energía que parece inagotable se mueve por medio mundo llevando la música y en especial el canto coral a sus agradecidos espectadores. Como investigadora y emprendedora (ha fundado y dirigido gran cantidad de coros) promueve a nivel internacional el repertorio latinoamericano y lleva a Latinoamérica repertorio europeo poco conocido allí, sobre todo de autores del siglo XX, lo mismo que música africana o asiática.

Su agenda es de locos, como diríamos coloquialmente, incluye Clases Maestras, lo mismo que premiaciones por su trayectoria y trabajos, grabaciones, para luego viajar a Shanghái, Michigan, Estados Unidos de América, San Juan, en Argentina. No sabemos si descansa, peo luego le toca ser Jurado del prestigioso Concurso Mundial de Directores Corales B. G. Tevlin en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú, Rusia; desarrollar coralmente la Región de Cantabria, España; y fundar la Carrera de Dirección Coral en las Universidades de Santander. Vamos a parar aquí para conversar…

Su niño predilecto es la Fundación Coral Profesional Surá y las Extensión Culturales Didácticas para Niños de las zonas urbano-marginales y rurales…

Así es.

Cómo le queda tiempo para ello, teniendo que dirigir y dar clases en Rusia, Ucrania, Panamá, Holanda, España, República Dominicana, Dinamarca, Bélgica, Cuba, Austria, México...

Es mi alimento, eso me da la fuerza.

Bueno, hablamos de coros esencialmente como si ya supiéramos todo, nosotros como espectadores, pero a lo mejor no… ¿Qué es un Coro? ¿Un conglomerado de diversos instrumentos, o un instrumento en sí mismo?

El Coro es un maravilloso instrumento en sí mismo que no necesita de nada más que de las voces sanas de sus integrantes.

¿Se parece más a una orquesta o a un órgano?

El Coro, dada la capacidad que posee el ser humano, se parece más a un órgano: En la diversidad del conglomerado humano que nos brinda un universo de tesituras, tanto en hombres como en mujeres, que nos permite hacer las más arriesgadas armonías en absoluta fusión.

En la ductilidad de las voces que nos asegura poder llevar a cabo fraseos, tanto en notas agudas, como en notas graves y así, sumergirnos en melodías exquisitas actuando, la masa coral, como un gran fuelle sonoro y rítmico.

Hablemos de afinación. El sistema que utilizamos para afinar instrumentos es el temperado, pero es imperfecto, por lo que hay instrumentos como el piano, más que en otros como el violín, una desafinación inveterada debida un fenómeno matemático hasta ahora sin solución. ¿Cuál es el caso de Coro, que promedia las afinaciones de cada cantante con sus resonancias particulares? ¿Cómo se afina coralmente?

Definitivamente. Claro que promedia en la afinación del Coro las resonancias particulares de sus integrantes. La falta de piezas dentales, la estructura de su rostro, especialmente, de su mandíbula. Las costumbres para hablar en la cotidianeidad que inciden en la técnica para cantar, prácticas nasales, descolocación, no tienen apertura de la caja de resonancia. Hay culturas que tienen una afinación más grave que la 440 Hz. No podemos comparar a un coro con un instrumento, ni someterlo a los mismos estándares.

Mi manera «particular» de afinar un coro, es a través del color de las voces y la acústica. Acomodo a cada integrante, en las cuatro cuerdas, de acuerdo a éste principio y la afinación es limpia, clara y correcta.

Por lo general, en los coros a capella hay una tendencia a bajar la entonación, ¿Cómo se puede corregir o controlar este fenómeno, acaso producto de varios factores, entre ellos el fisiológico de cada corista?

Hay muchos factores, cada Coro tiene sus características. Y en este tema, el fenómeno se da por muchos motivos: diferencias muy marcadas en la caja de resonancia de sus integrantes, esto muchas veces, se debe a la edad, falta de piezas dentales, el contexto en que se desarrollan, las etnias, el clima, y las estructuras emocionales y culturales. En particular corrijo la tendencia a la baja de la entonación con mi técnica gestual. Se logra perfectamente.

Las orquestas en EEUU y en Europa afinan distinto, en Europa la afinación es ligeramente más baja. ¿Ocurre lo mismo en los coros? ¿Hay una afinación latinoamericana, o al menos un color?

Bueno, en este caso, continuando con la fisionomía, los estadounidenses y los europeos tienen muy marcadas las cuatro estaciones, la alimentación difiere de la latinoamericana, la contextura física es diferente y, por lo tanto, tienen muchos bajos profundos, contraltos, casi tenores; pero, les faltan tenores. Los latinoamericanos, tenemos otro color, no solo de piel, también de voz, más voces agudas y menos graves; por lo tanto, la cama sonora de nuestros coros es diferente. Podemos afinar en 440 Hz, perfectamente.

¿Ha notado avances en el desarrollo coral en Latinoamérica, o en el caso de Costa Rica?

Si, ha habido grandes cambios. En primer lugar, los directores Corales se han ido a preparar a países en los cuales la práctica coral es centenaria y con buenas academias. Debido a esto, se han abierto cantidad de Escuelas de Dirección Coral en las Universidades Latinoamericanas. Además, incentivados por el desarrollo de los coros en sus países, ha aumentado la cantidad de compositores que disfrutan componiendo o arreglando música coral. Esto ha enriquecido la literatura coral, no sólo en Latinoamérica, sino en el mundo entero.

En Costa Rica también hemos crecido a nivel coral, con las mismas características antes mencionadas. Tanto es así, que a mi persona la han llamado del Conservatorio Tchaikovsky de Moscú a ser Jurado del Concurso Mundial de Directores Corales en dos ocasiones.

¿Cuál es su receta personal al respecto?

Dedicación, pasión, disciplina, esfuerzo, investigación y estudio constante.

¿Qué le recomiendas a los jóvenes Directores Corales?

Mi recomendación para ellos es que deben de adquirir un compromiso total con su profesión. Nosotros trabajamos con lo más difícil, delicado y cambiante: el ser humano. Si van adquiriendo logros, nunca se crean que son los mejores y que lo saben todo, porque casualmente, en esta profesión, cada día nos encontramos con cantidad de nuevos senderos de conocimiento. El mundo cambia, nosotros también. No podemos quedarnos parados viendo pasar los avances, sin hacer nada. Trabajen con sinceridad y vivan la música.