Todos sabemos perfectamente qué hacer para estar en forma físicamente, pero ¿no es igual de importante estar en forma mentalmente? Desde hace unos años, un grupo de expertos neurólogos han desarrollado una serie de ejercicios, presentados en forma de juegos, que permiten entrenar de manera dinámica y divertida diferentes ámbitos como la atención, la memoria, la percepción, la rapidez, y las funciones ejecutivas (que es el saco donde se engloba la capacidad de organizar, priorizar o del lenguaje, por ejemplo).

Se llama Unobrain y uno de sus representantes, Javier Sánchez, nos explica todo sobre esta idea. Según él, en los últimos 25 años hemos aprendido más del cerebro que en toda la historia de la neurociencia. Hasta hace poco, pensábamos que el cerebro era como la altura, es decir, que era la que te tocaba genéticamente y no había otra posibilidad. Sin embargo, y para la suerte de muchos, no es así. Pensábamos que las neuronas se morían desde que nacíamos y no se podían recuperar, y para suerte de muchos tampoco es así. En EE.UU. hay una corriente que se ha extendido notablemente en la que se informa a la gente de que no solo hay que tener el cuerpo en forma, sino que hay que llegar a ser mayor y tener la mente en forma también, algo que en España todavía no ha llegado a la mayoría de la sociedad. Por todo esto, algunos neurólogos españoles se reunieron para crear lo que ellos llaman “el primer gimnasio cerebral”, con el objetivo de transmitir esos avances tan grandes que se han descubierto en la tierra de las oportunidades y que no han llegado a nuestro país.

Un gimnasio donde se cuida la parte cognitiva, la parte de la alimentación, el control del estrés y los módulos para ejercicios físicos (muy importantes para el cerebro, aunque no lo parezca). La principal razón para entrenar tu cerebro es que hay una parte que se llama el hipocampo, que si no se ejercita se va haciendo más pequeña. Esta parte es la responsable de nuestra memoria, del aprendizaje y de la regulación de hormonas de la felicidad. Como en un ordenador, cuanto menos disco duro hay, más cuesta procesar la información.

El gimnasio cerebral está dirigido a tres sectores principalmente:

  1. Personas que sufren deterioro cognitivo asociado a la edad. El que siente sobre su piel que no es el de antes, que le falta memoria, rapidez… Esa persona necesita entrenar su mente. Es el sector mayor de 45 años. Aquellos que no han tenido enfermedades ni problemas pero sienten que ya no responden como antes. Al igual que los músculos no responden como cuando tienes 20 años, al cerebro le pasa lo mismo. Es el mercado más importante porque es el que tiene la verdadera necesidad.
  2. Personas que son conscientes y quieren cuidarse. Es decir, quieren ser mejores y más aptos, estar a tono con pequeños retos. Este sector engloba a todos aquellos que quieran estar sanos y entrenar su mente como cuidan su cuerpo dedicándole horas deportivas diariamente.
  3. Los niños. Desde hace unos años se han implantado en varias escuelas de EE.UU. estos juegos para entrenar y mejorar la memoria y la atención. Los niños los aceptan perfectamente y obtienen resultados en pocos días.

Según Javier Sánchez, hay que convencer a la sociedad de que el cerebro es importante y no lo estamos cuidando como deberíamos. Le metemos grasas y azúcares, no lo entrenamos… y esto se debe a que nos olvidamos de que es un músculo. Pesa el 2% de tu cuerpo y consume el 20% de energía.

Una vez que la sociedad esté concienciada de esto, entonces podrá apuntarse al gimnasio. Una herramienta que consta de tres juegos al día que duran entre 10 y 15 minutos (menos del 1% del día que estas despierto, apunta el experto) y eso de manera constante permite que a los tres meses con tres sesiones estés cognitivamente mucho mejor.

Cruzar esta brecha

Los gimnasios como hoy en día los entendemos no siempre han tenido tanto éxito, y esto se debe a que antes había otras necesidades. Es decir, antes comíamos de otra manera, éramos más activos etc. Y la gente no sentía que tuviera la necesidad de llegar a casa después de trabajar y ponerse a correr en una cinta, pero esto cambió. Y ahora pasa lo mismo con los gimnasios mentales, antes se usaba el cerebro para muchas actividades diarias que ahora no son necesarias gracias a los avances tecnológicos. Un ejemplo claro es el de las calculadoras, programas especializados de ordenador etc.

Hay estudios rigurosos con grupos de control en los que personas que le dedican tres meses a estos entrenamientos se encuentran mucho mejor y más activos mentalmente que el grupo que no los ha hecho. Los que entrenan tienen más memoria, más rapidez y mayor rendimiento cognitivo.

Y es que, si puede entrenar jugando, ¿que hay que perder?