En los últimos años el influencer marketing ha sido una pieza cada vez más importante en las campañas de publicidad de las marcas más punteras. Entre las razones fundamentales de este éxito podríamos destacar que gracias a estos perfiles influyentes el mensaje llega a una audiencia más segmentada, al mismo tiempo que permite transmitir el mensaje apoyándose en los valores y credibilidad de estos referentes online.

La estrategia más habitual es que los influencers «amplifiquen» el alcance de la campaña, llevando el mensaje hasta sus audiencias, con su propia voz pero siempre siguiendo una línea de comunicación ya marcada.

Sin embargo, cada vez con más frecuencia, estamos observando como las marcas están empezando a incorporar a los influencers en sus campañas digitales de formas sorprendentes, en las que la creatividad juega un papel fundamental.

Para ilustrar esta evolución, un ejemplo perfecto sería la campaña que lanzó Netflix para promocionar su nueva serie GLOW. La temática de dicha serie, perfectamente ambientada en los 80, se centra en los conflictos de un variopinto grupo de mujeres que se preparan para participar en un programa de televisión de lucha libre

A priori parecía complicado ligar el lanzamiento de esta serie con una historia local, pero desde Netflix España se resolvió con una campaña genial a nivel de creatividad. Para empezar se publicó un vídeo en el que Marta Sánchez, diva ochentera por excelencia, cantaba uno de los hits de esa época, No Controles, mientras veía GLOW en su viejo televisor. Después de esto vino un giro inesperado, ya que Vicky Larraz, la intérprete original del tema y supuesta enemiga histórica de Marta, lanzó un tweet en el que se abría de nuevo este conflicto de décadas.

Lo sorprendente es que, al estar tan bien orquestado, la mayoría de los tuiteros creyeron que este conflicto era real. Ahí es cuando Netflix cerró de manera brillante su campaña, lanzando un segundo vídeo con las dos divas combatiendo en un ring y riéndose de toda la polvareda levantada con su supuesta rivalidad.

Esto es solo un ejemplo de cómo unir a los influencers con una idea creativa que dé sentido global a una campaña y que sea además capaz de sorprender a unas audiencias cada vez más impermeables a los mensajes que provienen de la publicidad tradicional.