Son aproximadamente las 2 de la tarde, estoy esperando a que se abra la puerta para poder entrar al recinto ya que la chica de la entrada me ha dicho que la participación es de 1 por 1. Finalmente, se abre la puerta y me dice "¿estás listo? ¡Pasa!". Inmediatamente al entrar me recibe una actriz ,quien me dice "Hello". Yo respondo "hello" también, al pensar que me está saludando. Cuál va siendo mi sorpresa que la chica en realidad comienza a cantar la canción Hello de Adele, me toma de la mano y me lleva caminando a una especie de sala de espera mientras continua cantando.

Es así como comienza la experiencia del performance The Residency desarrollado por la compañía danesa de teatro Heaven. Un lugar donde, como ellos dicen, el tiempo pasa de forma diferente al tiempo real.

Los pasados días 5 y 6 de marzo en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, México, fue posible vivir está experiencia histriónica, la cual tuvo lugar en el marco de la Fiesta del Viento. The Residency, un performance donde no existen las barreras entre el público y los actores; donde estos actores (6) llevan al espectador a participar de 6 etapas diferentes que le brindan a uno no solo una experiencia entretenida, sino también un momento diferente y bastante agradable.

Después del peculiar recibimiento, uno es llevado a la sala de espera, donde llega una de las actrices a darte la bienvenida a The Residency, quien además está encargada de coordinar el desarrollo de las actividades y te explica de qué trata esta donde, parafraseando sus palabras, “El tiempo no se mide como se mide afuera y el tiempo es cíclico”. Ella te pide que pases al vestidor para cambiarte de ropa por una más cómoda. En un sentido simbólico, para que dejes fuera prejuicios y abras tu mente.

Una vez cambiado, estás listo para vivir la experiencia. Las etapas no tienen un orden: uno va pasando conforme es seleccionado por el actor que está llevando a cabo la actividad. En mi caso, mi primera actividad fue “El Taller” conducido por un actor cuyo papel era “El Coach”, que consistía en intentar encontrar la relación que había entre 6 objetos inanimados y tratar de representarlos con el cuerpo. Algunos de estos eran: una bolsa de plástico como las que te dan en el súper, un speedo color amarillo, una máscara de látex tipo fetiche, un cojín en forma de corazón con la leyenda “te quiero”, una botella plástica de agua, etc. Una buena experiencia para uno conocer su cuerpo y sobre todo su capacidad para poder personificar un objeto inanimado.

Otra de las actividades era “La Investigación”, conducida por un actor cuyo papel era “El Investigador”, que consistía en responder las preguntas que él iba diciendo, a fin de desarrollar una investigación de cultura híbrida, tales como: "¿Cómo te sientes cuando te estás perdido? ¿Cuál es tu color favorito de ojos, piel, cabello?" El clímax de esta actividad fue cuando, en la última pregunta, el actor se quitó toda la ropa hasta quedarse únicamente con un speedo y lanzó la pregunta "¿Qué ves en mí?2. Al final se compartían las respuestas entre el grupo que participaba de la “investigación”.

Había por supuesto más actividades a realizar en el performance, pero creo que la actividad que personalmente más me gustó fue mirar fijamente a los ojos a otra persona mientras sostenía sus manos. Un perfecto desconocido. Dicha actividad consistía en concentrarse, evitar las distracciones y, como dijo la actriz encargada de ella, “ver dónde terminabas tú y comenzaba la otra persona”.

Tras terminar todas las actividades, la actriz que se encargaba de coordinar el paso del público por las diferentes etapas fue por mí y me dijo "¿Estás listo para dejar la residencia? Ve al vestidor, toma tus cosas, cámbiate y vuelve conmigo cuando estés listo". Sin darme cuenta, habían ya transcurrido 2 horas con 30 minutos que pasaron como una ráfaga de viento.

No soy un experto en teatro, simplemente soy un aficionado de las diferentes manifestaciones artísticas que existen en el mundo, y puedo decir que esta es una de las mejores puestas en escena que he presenciado. Realmente recomiendo ampliamente vivir la experiencia de The Residency, la cual será, sin duda, inigualable pues, como dije antes, no es solamente un momento de entretenimiento, mas también un momento de reflexión y aprendizaje.