Después de leernos un libro, este pasa a formar parte de la colección de adornos de nuestra estantería, y nosotros volvemos a comprar otro libro para sumarlo a esa colección. Sin embargo, si prefieres no amontonar libros, pero seguir leyendo, una buena alternativa puede ser bookcrossing. Una forma de que nuestros libros no cojan polvo y se lo pases a nuevos lectores. Una biblioteca mundial, conocida como la red social inteligente, donde se vive una gran fiesta de la literatura. Estigma, miembro de la iniciativa de intercambio en España, dice que ”difundir la lectura y convertir las calles en una biblioteca, que la gente lea y tenga acceso a la literatura” es el ideal de esta organización.

El archivo on-line y el sistema de seguimiento permite a los miembros de BookCrossing conectarse con otras personas, escribir y hacer reseñas literarias… y así ver cómo sus libros cambian vidas a través del proceso de “lectura y liberación”.

La práctica del bookcrossing está basada en tres pasos claves, que aparecen recogidos en el Manual para Novatos. Estos son los siguientes:

  1. Registrar el libro y conseguir un identificador Bookcrossing (BCID), que nos permite ver en qué lugar del mundo se encuentra el libro que liberamos, sin que se pierda.
  2. Lo siguiente será entregar ese libro a alguien o depositarlo en un lugar previa indicación en la web para que alguien lo recoja y lo lea. Lo primero se denomina “liberación controlada”, mientras que lo segundo ha pasado a llamarse “liberación en la jungla”.
  3. Lo último será seguir el viaje del libro liberado. Esto podrá hacerse siempre y cuando la persona que lo haya encontrado introduzca en la web el BCID, es decir, que avise de que ha sido cazado (encontrado).

En la actualidad, son 1.267.431 BookCrossers y 10.479.581 libros viajando por 132 países. Las personas que suelen realizar esta práctica son aquellas a las que les gustan sus libros y a quienes les gusta leerlos. Normalmente suelen ser las personas más generosas, innovadoras, amigas del medio ambiente, de buen corazón, fantásticas, divertidas y educadas en la faz de la Tierra.

En la web podemos encontrar un amplio directorio de los lugares donde se ha liberado un libro, aunque por lo general las personas que los liberan no indican el lugar exacto, dejando así al “cazador” la divertida tarea de buscarlo. “Ir de caza” es, pues, salir a la búsqueda de libros que han sido “liberados”. Esta tarea será más difícil si han sido liberados “en la jungla”, es decir, en cualquier lugar exterior, y más sencilla si se realiza una “liberación controlada”. Precisamente a este último tipo de liberación están contribuyendo mucho las bibliotecas. Los libros más liberados son los de literatura y Robison Crusoe, de Daniel Defoe, y El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon, son los títulos que más destacan.

En muchos centros de enseñanza, como la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM, las bibliotecas se han sumado a esta nueva iniciativa del Bookcrossing con gran éxito según declaran sus trabajadores. Rosa González, alumna de comunicación audiovisual de Universidad Complutense de Madrid, reconoce que “había oído hablar de este sistema pero creía que era algo instantáneo y no organizado”.

Cómo surgió esta iniciativa

Aunque existían páginas web para seguir cosas tales como billetes, dibujos, Ron Hornbaker se dio cuenta de que no existía nada para hacer un seguimiento de libros. Después de todo, los libros eran más que objetos tangibles, también contenían elementos de apego emocional y opiniones bien forjadas; los libros no sólo eran ítems para ser recogidos y reverenciados, sino que intrínsecamente también para ser compartidos. Esta fue la cuna para el comienzo de nuestro viaje. Con la ayuda de la esposa de Ron, Kaori, y los cofundadores Bruce y Heather Pedersen, la web se lanzó el 21 de Abril de 2001. La página aun es una forma divertida de compartir y seguir libros a la vez que se está interconectando a la gente a niveles más profundos empleando los libros como arquitectura y pegamento que facilitan la Gran Conversación.

¿En qué parte del mundo está?

Éstos son los 10 países donde más se practica: EE.UU. 29%; Alemania 16%; Reino Unido 13%; Países Bajos 11%; Finlandia 10%; Canadá 8%; Australia 5%; Francia 4%; Portugal 3%; España 1%

Según datos oficiales de la organización, España es el décimo país que más contribuye en este proyecto, encontrándose en este momento 5.147 libros esparcidos a lo largo de todo su territorio. Por su parte, Estados Unidos y Alemania son los países donde más libros liberados hay disponibles para “ir de caza”. Rosa, estudiante de la Universidad Complutense, considera que esta iniciativa no incentivará la lectura sino que “responde a la necesidad de compartir que se está viviendo en la actualidad, como se hace en otras parcelas como compartir coche, se traslada a otros ámbitos como la literatura”.