El universo surge a través de una onda de vibración con diferentes frecuencias o líneas de tiempo y espacio, la curva que va hacia arriba es el aspecto positivo del universo, la curva que va hacia abajo es el aspecto negativo del universo.

Esta onda tiene un movimiento espiralado de multiplicación 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21… la espiral aurea.

Un ser proyectado en el otro ser es igual a dos, la materia solo se manifiesta a partir de los cinco elementos y los cinco sentidos. Estos cinco elementos y cinco sentidos sólo se proyectan en un mundo físico que es un cubo conducido por las ocho direcciones del tiempo, a su vez se manifiesta en la unidad a través de las doce constelaciones, los doce aspectos de un ser en su desarrollo.

Todo esto se unifica como entidad sagrada a los 21 años. Espíritu, alma y cuerpo se unifican en los tres septenios primeros, posteriormente prosigue hacia el 34.

La espiral aurea nos impulsa a la creación y nos ayuda a regresar al origen.

La fuerza del ser se impulsa en positivo y cuando esta fuerza positiva se desvanece baja hacia el negativo para tomar el impulso y avanzar nuevamente hacia el siguiente nivel integrativo.

Este es el movimiento constante del universo, desde el punto de vista espiritual podemos observar una onda de vibración, desde el punto de vista del alma podemos observar una secuencia energética de positivo y negativo y desde el punto de vista físico lo que se ve es una estructura espiralada con diferentes estadios.

Cuando la espiral se extiende abiertamente se produce la transformación.

Cuando la espiral se contrae en el espacio se produce el cambio.

Este movimiento de energía rápido podría asemejarse a una rueda en movimiento o chakra.

Si la espiral se comprime aún más ya no será un cambio será un quiebre o colisión.

Dos hélices que se cruzan entre sí, el ADN físico.

A esta espiral que se expande y se contrae nosotros la llamamos eternidad.

Eterno hace referencia al concepto temporal y éter hace referencia al concepto espacial.

Son dos espirales en una, una hacia la izquierda, la otra hacia la derecha, así se contrae el espacio a través de la gravedad por magnetismo positivo y negativo.

La espiral que percibimos en la tercera dimensión es muy extrema en su aspecto positivo y negativo porque la contracción es muy estrecha.

La muerte es sólo la curva inferior de la onda, esto explica por qué tenemos tantas vidas.

La espiral del tiempo está relacionada con el alma y el linaje del clan álmico y la espiral espacial va a estar relacionada al clan físico y genético.

La muerte es la transformación de las estructuras que te impulsa hacia la siguiente vida.

Nuestra tarea es poder vivir la mayor cantidad de cosas en el menor tiempo posible.

Somos el aspecto físico, emocional y mental de un ser eterno.

El objetivo de la biología es mantenernos vivos y resistir hasta el final.

La muerte es la posibilidad de dar el salto cuántico, la muerte es la trascendencia de la vida, las personas que mueren simplemente se expanden hacia la siguiente ola.

El reto es encontrar el equilibrio y la coherencia con todos aquellos que viven en mí para poder entregar la experiencia a los que vienen. Todos somos uno.

La muerte en la bajada nos despierta todas nuestras sombras en el valle.

La muerte nos enfrenta al subconsciente.

Hay que hacer presente la muerte en la vida y así mejorará nuestra comunicación con el subconsciente en este océano de olas que no cesará jamás.