En la actualidad, desafortunadamente son muchos los animales que se encuentran en peligro de extinción. Entre 1970 y 2010, el porcentaje de los animales del planeta ha decrecido un 52%, es decir, en menos de 100 años nos hemos terminado a más de la mitad de los animales del mundo entero. La razón principal de este exterminio se debe a motivos de explotación de dichas especies, ya sea para comer, caza, usar sus pieles o satisfacer nuestras demandas de productos derivados de ellos, y el segundo motivo más importante es que nos estamos acabando sus hábitats.

En México contamos con una gran biodiversidad, somos catalogados como un país “megadiverso”, porque tenemos la mayor cantidad y diversidad de animales y plantas, contando con casi el 70% de la diversidad mundial de especies. Para algunos autores, el grupo lo integran 12 países: México, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Congo, Madagascar, China, India, Malasia, Indonesia y Australia. Otros, suben la lista a más de 17, añadiendo a Papúa Nueva Guinea, Sudáfrica, Estados Unidos, Filipinas y Venezuela. Además, México es uno de los tres países megadiversos (junto con Estados Unidos y Colombia) con litorales tanto en el Atlántico como en el Pacífico. Es triste que una especie se extinga, además, su pérdida provoca que se vaya deteriorando el ecosistema completo ya que deja un hueco en la cadena alimenticia y se pierde la labor que dicha especie realizaba. Las aves representan el sueño de muchos, libertad, volar, belleza infinita.

El Quetzal ha sido definido como el ave más bella del continente americano. Y actualmente se encuentra en peligro de extinción en México. El quetzal (Pharomachrus mocinno), pertenece a la familia Trogonidae. Es una de las aves más fascinantes que existe, los machos miden aproximadamente 35 cm. de largo, y las plumas de la cola llegan a medir hasta 90 cm. Su color iridiscente varía de acuerdo a la luz, y va desde el dorado, hasta el azul y el verde esmeralda (tonos parecidos a los de los pavoreales). En México habitan en los bosques de niebla siempreverde, al sureste del país. Los quetzales machos realizan una danza nupcial para cortejar a la hembra (enero-febrero), para dar lugar al empollamiento (febrero-mayo) y crianza de polluelos (marzo-junio), siendo los dos (hembra y macho) responsables y activos en dichas tareas. Por lo general ponen dos huevos. Además son monógamos, aunque migran, regresan en la temporada de cortejo al territorio reproductivo, para reencontrarse con su pareja del año anterior y continuar otro ciclo de reproducción. Son omnívoros, se alimentan de carne (vertebrados pequeños como lagartijas y ranas) y plantas, pero su alimento principal es el aguacatillo silvestre.

Actualmente, la principal causa de su disminución es su caza y comercio, además de la destrucción de su hábitat. Para las antiguas culturas mesoamericanas era símbolo de fertilidad, de la abundancia y de la vida. En la cultura maya y mexica, los adornos, estandartes y atuendos confeccionados con sus plumas, eran símbolo de poder y riqueza. De hecho, el penacho de Moctezuma, quién fue el último gobernador mexica antes de la conquista española, está hecho de plumas de quetzal y oro, contando con más de 500 plumas. El penacho tiene más de 495 años de antigüedad, actualmente se encuentra en el Museo del Mundo en Viena, Austria. Para usar sus plumas, se capturaban y se las arrancaban (plumas que le vuelven a crecer en su siguiente muda de plumas), y después se dejaban libres de nuevo, pues eran sentenciados a muertes quienes los llegasen a matar. Su nombre tiene su origen en el náhuatl quetzalli, que significa “cola larga de plumas brillantes” o “cola cubierta de quetzal”.

En México existe un aviario llamado El Nido, ahí tuve la fortuna de ver un quetzal. El Nido es el tercer aviario más grande del mundo con 3,000 individuos entre 320 especies de aves, rodeado por más de 10,000 árboles y plantas exóticas en 80,000 mts2. Ahí se ha logrado la reproducción del Quetzál en cautiverio y es posible verlo en un espacio que fue adecuado especialmente para ellos. Contemplarlo es cómo un sueño. Recorres todo el aviario esperando el mágico momento en que puedas ver a esta ave fantástica. Y al final del recorrido, entras a un lugar silencioso, húmedo, con árboles y plantas muy altas, caminando a través de un puente, huele a plantas mojadas y a fruta, y de repente, lo miras ante tus ojos, ondeando su larga cola, volando en línea recta, silencioso, majestuoso, y entonces puedes pedir un deseo. Es ahí cuándo entiendes el concepto de serpiente emplumada, pues es así cómo justamente se ve. Es en ese momento cuando te enamoras de las maravillas del universo y se detiene el tiempo.

Fuentes:
www.uia.mx/web/files/18kiwanja.pdf
http://bioenciclopedia.com/quetzal/
www.biodiversidad.gob.mx/biodiversidad/EdHielo/edadHielo.html
www.biodiversidad.gob.mx/Biodiversitas/Articulos/biodiv45art1.pdf
www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/el-penacho-de-moctezuma-su-retorno-imposible-1402159148

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