En un mundo regido por las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) resulta inconcebible la existencia de personas que desconozcan el significado de según qué término. Sin embargo, esta percepción es una realidad ficticia y, mantener esta postura puede ser cuanto menos nocivo. A pesar de la velocidad a la que avanza el mundo tecnológico, y no menos rápido la velocidad a la que se propagan estos avances en la sociedad, todavía hay sectores que tienen dificultades para acceder a estos servicios, a menudo, por el desconocimiento de la terminología necesaria para asimilarlos e interactuar con ellos.

La alfabetización digital se tilda imprescindible en el siglo XXI. En la actualidad existen brechas digitales que provocan divisiones sociales y dificultan la inmersión social. Por esto, la alfabetización digital es importante no solo en el tejido empresarial - empresas de diversa índole y startups tecnológicas – sino también en la sociedad en general. Hoy en día utilizamos aplicaciones prácticamente para cualquier aspecto de nuestra cotidianeidad, ya sea para comunicarnos con nuestros seres queridos o amigos, para ubicarnos en la ciudad o para ayudarnos en la búsqueda de un regalo para un familiar mientras el sistema de posicionamiento global (GPS por sus siglas en inglés) del coche nos dice en voz alta la dirección más corta a nuestro destino. Sin embargo, ni todos los ciudadanos utilizan todos estos avances que la tecnología pone a nuestro alcance, ni conocen o entienden la forma de hacerlo.

Fomentar la alfabetización digital en todos los ámbitos de la sociedad debería convertirse en prioridad tanto para los Ministerios de Educación como para las empresas del sector privado que, al engrosar los conocimiento de más personas, podrían aumentar el número de usuarios y por lo tanto de ventas de sus aparatos, dispositivos o programas informáticos. Pero, ¿cuáles son los conocimientos mínimos que necesita saber una persona para desenvolverse en el día a día sin arriesgarse a caer en la exclusión social? ¿Cuáles son las consecuencias del desconocimiento de la jerga tecnológica?

Todos nos deberíamos hacer estas preguntas con el propósito de optimizar los recursos disponibles y de asegurar la inmersión social del mayor número de personas.

Jerga tecnológica del siglo XXI

A finales de los años 60, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DOD por sus siglas en inglés) creó una red de computadoras capaz de conectar a personas – usuarios – situadas en diferentes enclaves a través de ordenadores. Desde entonces, los avances tecnológicos han cambiado la forma en que vivimos y nos relacionamos. Con el propósito de describir y aclarar algunos de los términos más utilizados en el mundo digital, estos se han categorizado por niveles y comparado con sus análogos – si los hubiera – en el mundo real. Para la documentación de los términos digitales se ha utilizado el «Portal lingüístico» de Microsoft, que ofrece descripciones y equivalencias interlingüísticas así como diferentes recursos ministeriales y académicos. La siguiente tabla es un listado de los términos fundamentales y más representativos de la era digital y sus equivalentes en la vida real. Se han distribuido por orden de especificidad y relevancia.

TECNOLOGÍA REALIDAD
NIVEL 1: material
Pantalla Hoja, libro
Ratón, teclado Lápiz, bolígrafo
NIVEL 2: interfaz
Interfaz de usuario Índice, número de páginas
Ventana Página
NIVEL 3: editores de texto
Cursor Posición en la que empezamos a escribir
NIVEL 4: plataformas
Entornos de aprendizaje virtual (EVA) Aulas escolares
e-learning Método de aprendizaje
NIVEL 5: redes sociales
Tuit Publicación
Muro Tablón de anuncios
NIVEL 6: smartphones
Nivel 1:

Es el nivel más básico y en él encontramos aparatos como la pantalla, el ratón o el teclado que son perfectamente análogos del libro y sus hojas, los bolígrafos y las gomas. En el nivel uno se encuentran aquellos aparatos físicos que nos permiten materializar e interactuar con lo que ocurre en el ámbito digital.

Nivel 2:

El segundo nivel es la versión digital del nivel uno; o dicho de otra forma: los elementos digitales que nos permiten interactuar con el contenido digital. Una interfaz de usuario está formada por todos los elementos gráficos que emulan a una tecla o botón de un teclado físico y que nos permiten navegar de un lugar a otro; el índice de un libro, su tangible alter ego.

Nivel 3:

Siguiendo con la analogía entre el mundo tecnológico y el real, es justo contraponer los editores de texto y los cuadernos – en su versión más romántica, los cuadernos de bitácoras – o los diarios ya que en un ordenador, el editor de texto es la herramienta que nos permite redactar, escribir y realizar todo tipo de tareas relacionadas con la escritura.

Nivel 4:

Una vez obtenido el material escolar (los editores de texto) es hora de ir a clase. ¿Y cómo es una clase en la era digital? La tecnología ha puesto a nuestro alcance la posibilidad de asistir a seminarios (llamados webinars en la jerga digital) y conferencias a través de nuestros ordenadores. No solo estos, sino que también pone al alcance de nuestras huellas dactilares todo tipo de conocimiento impartido en lo que se han denominado plataformas de aprendizaje en línea o e-learning.

Nivel 5:

Este es el nivel a partir del que las cosas empiezan a liarse. ¿Qué es un chat, una red social? ¿Por qué hablan de muros si luego se dice que internet rompe las barreras y nos une a todos? Tuits, retuits, trending topics… Perdón, ¿seguimos hablando el mismo idioma? Podríamos decir que todo lo que ocurre a partir de aquí es resultado de la combinación, de diferentes maneras, de los elementos anteriores. El ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información) hace referencia a la lo que la mayoría de los expertos entienden por redes sociales: «un sitio en la red cuya finalidad es permitir a los usuarios comunicarse, compartir contenido y crear comunidades»; además las consideran una herramienta de «democratización de la información que transforma a las personas en receptores y productores de contenidos». Las redes sociales nos permiten publicar información, someterla a la opinión de otras personas y visualizar estas opiniones en forma de comentarios. Una de las redes sociales más populares para la publicación y propagación de información es «Twitter». El rasgo característico de esta red es la publicación de frases escuetas y cargadas de información a través de «tuits». Un tuit se reduce a una frase (afirmación, negación o pregunta) que realiza una persona o institución sobre cualquier tema en una red social, de forma pública o privada. Otras redes sociales lo llaman publicaciones y tienen diferente características. El peso de la redes sociales como canales de comunicación y de expresión las ha convertido en fuertes herramientas multidisciplinares – marketing, ciencias de la comunicación, ventas, etc – que han revolucionado el acceso a las noticias de actualidad. Debido a la velocidad casi inmediata con la que se publica la información en las redes sociales, el desconocimiento de las mismas conlleva la marginación temporal de la información.

Nivel 6:

Uno de los rasgos más importantes que caracteriza los smartphones - o teléfonos inteligentes en español – es la integración de las redes sociales. Entendiendo una red social como el canal digital por el que las personas se ponen en contacto, el siguiente paso es la posibilidad de comunicarnos por redes sociales en cualquier sitio sin ningún tipo de restricción geográfica. Los teléfonos, en el siglo XXI, han sufrido un cambio tan drástico que se han transformado en un aparato completamente diferente de lo que fueron en un principio; han pasado de ser aparatos que facilitaban la comunicación vía telefonía móvil, a convertirse en auténticos pequeños ordenadores con el valor añadido de la telefonía móvil.

Es precisamente por el decisivo papel que han obtenido las redes sociales y los teléfonos inteligentes – disculpadme por utilizar el término en español, pero cuando me pongo purista siento la necesidad imperial de cerciorar la capacidad de nuestra lengua para expresar términos tecnológicos – que deberíamos asegurarnos que todos los ciudadanos, jóvenes y no tan jóvenes, los entienden y saben utilizar. El analfabetismo digital mantiene la brecha que impide el acceso a la información de sectores de la sociedad.