El cardenal George Pell, la figura católica más importante de Australia y responsable de las finanzas de la curia, fue acusado hace un par de días en su país de múltiples casos de ofensas sexuales que incluyen pederastia, dijo un informe oficial en Sidney. «El cardenal Pell enfrenta múltiples cargos y y múltiples reclamaciones», dijo el segundo comisionado de la policía de Victoria, Shane Patton, al resumir el caso.

Si prestamos oídos a la Iglesia católica, la pedofilia es un accidente. Su argumento es que en Occidente cada vez menos personas quieren hacerse sacerdotes y que esto ha llevado a aceptar a muchos no aptos. Como pasa con todo criminal, pues, uno no siempre nota las tendencias anormales. De ahí que se "cuelen" muchos homosexuales escondidos. Con esto, la Iglesia termina culpando a los homosexuales: estos son los abusadores de menores e ingresan para convertir a los demás.

¿Es esta teoría correcta? Si lo fuera, ¿por qué será que la Iglesia ha apadrinado a miles de sacerdotes abusadores? ¿Por qué los cambiaban de Iglesia en vez de suspenderlos? En los datos en Estados Unidos, 143 sacerdotes cometieron su abuso sexual en diferentes diócesis. En vez de expulsarlos, simplemente los pasaron a otras comunidades. Y son los mismos sacerdotes los que lo confirman. En Estados Unidos, el 72% de ellos dice que la Iglesia ha hecho un mal trabajo en confrontar el abuso de los sacerdotes. El 74% dice que la Iglesia está más preocupada en proteger su imagen que resolver el problema.

Podríamos mirar las cosas de otra manera: no es que a la Iglesia lleguen pedófilos escondidos, sino que ella es la que los crea.

Según estimaciones, el 5% de todos los sacerdotes en Estados Unidos es pedófilo, un grupo más grande que el de la población en general. ¿De dónde surge este sector? Pues de la institución misma. Muchos de los sacerdotes que terminaron como pedófilos eran, antes del sacerdocio, heterosexuales y sin ningún interés por los hombres ni por los muchachos. O sea, nunca fueron ni serán gays.

Si leemos las historias de los famosos casos de pedofilia en la Iglesia, estos no tenían ningún antecedente antes de ingresar en ella. En Estados Unidos, de los 3.492 denunciados por abuso sexual, el 79% de los sacerdotes fue ordenado entre los 25 y 29 años de edad, así que si hubieran practicado la pedofilia, ya habrían dejado evidencia criminal. El 20% ingresó aún mayor. La edad promedio cuando cometieron el abuso fue de 40 años, o sea, después de mucho tiempo en la institución.

Los mismos religiosos aducen que es la institución la que promueve la pedofilia: «Existe una posibilidad adicional y más desagradable que nos confronta, o sea, que algunos hombres jóvenes que ingresan en el Seminario con poca inclinación o ninguna hacia la conducta sexual "inmoral" (sic) , hayan sido condicionados después de su ingreso, o después de haber iniciado su sacerdocio" (The Linacre Institute Report, «After Asceticism: Sex, Prayer and Deviant Priests», pp. 23-24)

Las instituciones, como el ejército, la cárcel o la Iglesia, deben analizar qué hay en su inconsciente (o sea, no es nunca oficial, pero sí en la práctica) que las hace fábricas de abuso sexual.