No sé si alguna vez ustedes se han dicho algo parecido a: «Ya no me queda nada por ver».

Yo sí he caído en la osadía de hacer semejante afirmación y he de reconocer que he tardado más en verbalizar la oración que en quedar presa de alguna ingeniosa idea de la que me hago eco. Por ejemplo, las celebrities tienen la habilidad de sorprenderme cada día. Leer alguna noticia relacionada con ellas te asegura un chute de adrenalina.

He llegado a la conclusión de que sus extravagancias son incompatibles con aquellos que padezcan cualquier tipo de cardiopatía. Deberían venir con un aviso de efectos secundarios. El último grito en desparpajo lo ha protagonizado Mónica Naranjo, la que una vez cantaba Sobreviviré, y tanto que lo ha hecho porque se ha reinventado varias veces.

En su currículum podemos encontrar cantante, colaboradora de programas televisivos y, ahora, da un paso más. En breve la Diva Gay presentará un programa –que se emitirá, tras una fuerte disputa entre varias cadenas, en un canal de Mediaset: Telecinco o Cuatro – en el que hablará de sexo. Pero no solo de sexo, sino de cómo se practica sexo en otros países. Y yo que creía que el Kamasutra era universal… En fin.

Los fans de Naranjo esperan con gran expectación el estreno del Curso Avanzado en Prácticas Sexuales poco Convencionales, así me he aventurado a titularlo, aunque al final se titulará simplemente Mónica Naranjo y el sexo. Al principio me preguntaba por qué tanto alboroto si al final el sexo es sexo y cada uno lo inventa a su manera. El sexo se vive, se siente y es él el que te marca qué y cómo practicarlo. Por algo es instintivo.

Además, no nos olvidemos de que es sumamente íntimo. Pero luego, aterrizando en esta sociedad donde impera la cultura de la exposición, los likes y, por ende, la hipersexualización, me pareció hasta necesario un programa de este carácter. Un programa que sacie el morbo y la curiosidad. Lo triste vendrá después, cuando descubran que en el sexo está casi todo inventado y que al final lo importante no es el orgasmo sino todo aquello que te llevó hasta él.

El sexo es una cuestión de piel que no debería explicarse porque, entonces, pierde la magia. De todas formas, no estará mal conocer por dónde y cómo la meten en Japón, en Groenlandia o en la Patagonia. Quién sabe, a lo mejor descubrimos que tenemos orificios en el cuerpo a los que no les sacamos todo el partido que podemos. Oye, que puede que incluso las orejas estén para algo más que para lucir pendientes, ya que escuchar, escuchar…

¡Qué chute de adrenalina! ¡Qué sería de este mundo sin las celebrities!