Ya apuntaba maneras cuando allá por el 2007, el cineasta de origen catalán Juan Antonio Bayona, consiguió ponernos los pelos de punta a todos gracias a El orfanato, cinta de terror al más puro estilo de las clásicas de los años cincuenta que supuso un soplo de aire fresco para la cinematografía española, ligeramente estancada debido a una saturación de argumentos ciertamente repetitivos. El orfanato gustó y mucho, tanto a nivel de taquilla como de crítica y fue el pistoletazo de salida para Bayona y su gran capacidad a la hora de crear historias.

Hoy por hoy, el director español puede presumir de ser uno de los pocos que ha conseguido zambullirse en el complicado mercado cinematográfico hollywoodiense. Su segunda cinta, Lo imposible, en la que contó como protagonistas con las estrellas internacionales Naomi Watts e Ewan McGregor y en la que narraba con una crudeza visual impactante la odisea de una madre para reunirse con su hijo tras el tsunami que arrasó Tailandia en 2014, consiguió no solo encumbrarle si no demostrar a los ojos de todos que en España, donde se rodó gran parte de la película, se cuenta con un importante capital material y humano que muchas veces no llega a valorarse lo suficiente.

Por si no fuera poco, este año, la cadena de televisión Showtime contó con él para que dirigiera los dos primeros episodios de la esperada serie de televisión Penny Dreadful, logrando con ello una oleada de buenas críticas. No contento con llevar a la cinematografía española a lo más alto, Bayona ya se ha metido de lleno en el que será su tercer gran proyecto. Y lo hace a lo grande, como no podía ser de otra forma. Estos días y durante los próximos meses rueda la adaptación de la novela Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness, y lo hace contando con Liam Neeson, la recién nominada a los Globos de Oro por su papel en La teoría del todo Felicity Jones, Sigourney Weaver y Geraldine Chaplin.

Juan Antonio Bayona es quizá el ejemplo más representativo de cineasta español que se ha lanzado a la conquista de Hollywood, pero afortunadamente no es el único. Rodrigo Cortés, Juan Carlos Fresnadillo y Jaume Collet Serra son otros ejemplos con los que puede demostrarse que en España existen ideas frescas y creatividad a raudales. Es por ello obligatorio pararse a pensar en porqué estos creadores abandonan nuestras fronteras para dar a conocer su talento. Quizá la respuesta radique en que en España, no sabemos valorar lo que tenemos.