La paternidad inspira naturales deseos de proteger y de formar, de modelar, al hijo que ha nacido. Sin importar la capa social, al arribo de un nuevo ser se aviva el anhelo de que un hijo sea lo que nosotros no fuimos, logre lo que nosotros no…

Estas líneas —que estaban destinadas al mes que se celebra al padre en México— muestran, sin embargo, padres que protagonizaron famosos casos de alejamiento de lo afirmado líneas arriba.

Steven Spielberg

El trabajo fílmico del director estadounidense Steven Spielberg es fascinante. Como él es sinónimo del éxito, uno puede imaginar que los primeros años de su vida personal fueron felices. No: por ser el único entre sus compañeros de estudios con sangre judía fue discriminado y aun golpeado; desarrolló, además, ciertos temores que ha conservado, como es a las películas de Disney, y fobias a las cucarachas y ¡a los tiburones!

Con eso bastaría, mas su verdadero problema irresuelto fue por la separación de sus padres. Los que saben, leen en su filmografía recurrencia a distintos aspectos de la huella que eso grabó en su ser.

¿Y cómo fue, pues, la separación de sus padres? Fue distinto al común de los desencuentros, como veremos más adelante.

Leah, madre de Steven, gustaba del arte mientras que su esposo, Arnold, de la tecnología. Gustos no afines, sino hasta discordantes. Había una tercera figura adulta, Bernie, el mejor amigo de Arnold. Leah y Bernie se enamoraron comenzando una relación.

Ante los hechos, Arnold se fue de la casa haciendo creer que iba tras de otra mujer, para crear un escándalo mayor que «cubriera» el de su esposa y su (antes) mejor amigo.

La estrategia dio en el clavo, pues Steven desarrolló un profundo resentimiento hacia su progenitor, no así hacia la «enamorada» de su madre.

Recientemente, el cineasta tuvo ocasión de practicarse una extraordinaria terapia sobre estos sus antecedentes, fue filmando Los Fabelman, donde recrea pasajes de su crecimiento familiar.

Jack Nicholson

June Nicholson concibió a sus 17 años sin saber con exactitud quién era el padre del nuevo ser. No le era posible hacerse de lo necesario para identificarlo científicamente.

Como vía de solución, sus padres le ofrecieron considerarlo un miembro de la familia, un hermano más. De modo que los hermanos June y Jack, nombre que se daría al recién llegado, eran en realidad madre e hijo, y los padres de ella eran en efecto abuelos de Jack.

Cerca ya de los 40 años, Jack Nicholson se enteró por un reportero de la verdad, que le confirmó su tía (antes hermana) Lorraine, pues su madre había muerto. Ya un actor consumado, con recursos económicos, pasó de una inicial negación a la obsesión por conocer a su progenitor: contrató detectives que investigaran sin parar en gastos; la intensa búsqueda no arrojó resultados.

En la pesquisa, sin embargo, aparecieron dos posibles, de quienes no pudo obtenerse comprobación. Es probable que los moviera algún interés material en quedar emparentados con el exitoso actor.

Acerca de todo el enigma, Nicholson declaró algo que supera lo problemático de su origen —dando una muestra de criterio ético inusual en quienes viven bajo reflectores. Dijo que, por formar parte de una familia desintegrada, era un candidato natural a ser abortado y que, dado que pudo nacer, no tenía necesidad de entrar en el debate de cuándo es que el producto cobra vida. «Y estoy muy contento —añadió— de estar fuera de esto».

Jennifer Bricker

Una joven originalmente rumana, separada de sus padres a pocos días de nacida, con el tiempo se dedicó a la gimnasia alcanzando buenos niveles de desempeño. Es Jennifer Bricker.

Llamó su atención, solo que en otro país —más aún, en otro continente— el ejemplo de Dominique Moceanu, gimnasta medallista olímpica rumana, nacionalidad pródiga en gimnastas femeninas de altura.

Se convirtió en su seguidora, incluso llegó a encontrar parecido físico entre ambas. Le causó inquietud pensar que ella era también rumana de origen; además, algo definitivo, estar consciente de que fue adoptada.

Sí, creció enterada de su situación civil. Pidió entonces a su madre que le diera detalles. Ella le proporcionó cierta información de sus padres biológicos con la que contaba por el tipo de proceso legal seguido para hacerla su hija.

Luego de un largo tiempo se decidió a escribir a Dominique, agregando elementos de prueba.

El resto es de cuento de hadas, las dos gimnastas hermanas se conocieron personalmente y gozaron de sus coincidencias físicas y de ademanes.

¿Pero, qué hace esa historia aquí, donde tratamos de padres que voluntariamente se desentendieron de sus hijos?: porque es uno de esos casos.

He aquí que Jennifer nació sin piernas. Al darse cuenta, su padre decidió entregarla a una casa de adopción, pretextando que los gastos que iba a exigir su atención médica eran incosteables para él. La madre no participó en la decisión y no tuvo siquiera en brazos a la recién nacida.

Curiosidades

Ya muy mayores, los padres de Spielberg volvieron a unirse. Steven se propuso no llevar al cine nada de la vida de sus padres sino hasta su muerte, solo que tuvo que esperar mucho, pues Leah murió a sus 97 años y Arnold con 103 años de vida.

Obituario

Milan Kundera

Milan Kundera, el famosísimo escritor de origen checo con nacionalidad francesa, murió en julio de 2023.

Ejecutante de música, familiarizado con el cine, encontró su vocación en la escritura, donde se le considera el innovador europeo del siglo XX en su campo.

El Estado que lo vio nacer lo despojó de su nacionalidad, por lo que migró a Francia con su segunda esposa, y allí vivió hasta su muerte. Como personaje, fue célebre su negativa a dar entrevistas, las que se convirtieron en del todo imposibles pese a que, sin ocultarse, se le podía ver caminando por donde se domiciliaba.

Fue considerado por gran parte de la crítica como el mejor escritor del mundo, frecuente nominado al Premio Nobel que nunca obtuvo.

Al final de su larga vida, la senilidad había hecho grandes estragos en su privilegiada conciencia.

Sinéad O’Connor

La cantautora irlandesa Sinéad O’Connor murió este julio de 2023.

Luego de que su dotada voz fuera descubierta en el severo internado donde se encontraba, comenzó a andar la ruta de la que sería una gran carrera.

A la vera de lo musical, su vida personal tuvo eventos de mucha hondura: activismo social, problemas de salud propios, además de adicciones, intentos de suicidio, crítica al catolicismo de donde pasó a una confesión protestante donde se ordenó sacerdotisa, para terminar conversa al islam; en el año 2022 hubo de sufrir el suicidio de uno de sus hijos de edad incipiente, 17 años.

A continuación, O’Connor en 1999 canta I believe in you.