La isla de Lesbos es una isla griega situada a pocas millas de lo que hoy es Turquía. Se encontraba en el año 600 a. C. bajo el tirano Mirsilo, un dictador malo y cruel y, por esa razón, sus súbditos, después de años de tiranía, lo desterraron y eligieron gobernante de Mitilene, la principal ciudad de la isla a un intelectual y poeta llamado Pítaco, quien gobernó la isla por diez años en paz. Luego de haberles devuelto todos los derechos a sus habitantes Pitaco se retiró y por eso fue elegido entre los llamados «Siete sabios de Grecia»; estos eran políticos e intelectuales que, en el siglo VI hicieron que Grecia comenzara a brillar y dieron lugar a que apareciera la tolerancia política en Grecia, lo que dio lugar al surgimiento ahí de grandes figuras del saber (acordemos que el primero fue Tales). En Lesbos, la mujer gozaba de los mismos derechos que los hombres (algo extraordinario para esos tiempos), aunque el poder siempre fue del sexo masculino.

No se conoce con exactitud la fecha de nacimiento y muerte de Safo. Al parecer nació por los años 600 a. C. No existen adecuadas biografías de Safo, y sus escritos y poemas, lo que hay son múltiples fragmentos. Se señala que su obra estaba guardada en la Biblioteca de Alejandría en nueve libros, pero el papa Gregorio VII en el siglo VII, ante el hecho de que el contenido de esos poemas, eran de amor entre mujeres y llenos de gran sensibilidad, como eso daba lugar a todo tipo de especulaciones sobre su autora, ordeno quemar sus escritos por considerarlos inmorales.

En la isla de Lesbos vivió por esos tiempos, una mujer llamada Safo la que sería la primera poetisa y figura literaria de su tiempo, se dice que su obra fue monumental, pero se perdió la mayor parte de sus escritos. Su familia pertenecía a la aristocracia local, su padre era un rico mercader y murió peleando cuando los atenienses se enfrentaron a los de la isla por la posesión de otra cercana.

Se conoce que, Safo y su familia fueron desterrados a Siracusa (Sicilia) por 15 años, por oponerse al dictador Mirsilo. Al ser desterrado este, ella regresó a vivir a la ciudad de Mitilene, fundando un círculo de estudios llamado «La casa de las servidoras de las Musas», lugar donde estudiaban y se preparaban las jóvenes de la sociedad de la isla e incluso de Grecia, en el campo de la poesía, a aprender a confeccionar arreglos florales, etc. Se dice que también atendían el culto a la diosa Afrodita, una de las divinidades de la mitología griega y diosa del amor, por la cual Safo tiene especial devoción. Existe un bello poema en el que Safo invoca a la diosa, para que acuda y sea su aliada en sucesos amorosos, que en el caso de ella es otra joven de la academia y de la que está enamorada. Safo, acostumbraba a tocar un instrumento musical parecido a la lira, pero más grande y recitaba además sus poemas. En Grecia era frecuente que la música y la poesía se relacionaran estrechamente.

Sus escritos están llenos de fragmentos de amor entre mujeres, celos, decepciones, alegrías, rivalidades, nostalgias, amores. Safo presenta la pasión amorosa como una fuerza irracional, situada entre el bien y el mal, que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas. El mundo de su poesía es puramente femenino. Y fue precisamente en este tipo de poemas en que el centro de ellos es el amor en el cual ella se expresa ahí, con sus sentimientos más íntimos, lo que le dio éxito y fama.

Platón, la definió como la décima musa. Su nombre y conducta y el de la isla dieron luego lugar al termino lesbianismo y al de mujeres bisexuales. Pues pese a que amó y tuvo relaciones con varias alumnas, se ha señalado que estuvo casada con un hombre llamado Ceriles, aunque otros historiadores niegan esto, pero se duce que tuvo una hija llamada Cleis (el nombre original de Safo era Cleis), no se sabe con quién la tuvo y si llegó a casarse.

Otros señalan que «La casa de las servidoras de Musas» era un lugar de libertinaje de esas muchachas de la sociedad del lugar y para sostener esto desde el punto de vista moral, se dice que basta con leer los poemas de Safo para saber lo que ahí sucedía.

Una leyenda dice que Safo, quien describe maravillosamente los efectos que la vejez causa a la belleza de las mujeres, siendo ya mayor se enamoró de un joven y bello hombre (un marinero) llamado Faón, del que incluso hasta la diosa Afrodita se enamoró, y, por eso esta indujo a Safo a suicidarse lanzándose desde una roca al mar cuando su amor no se vio correspondido. El poeta latino Ovidio popularizo esta leyenda en uno de sus escritos sobre «Heroínas» donde en una carta de amor relata este suicidio de Safo. En todo caso muchos niegan que ella se suicidara.

Inmortal Afrodita, la de policromo trono,
hija de Zeus, urdidora de engaños te lo ruego,
no me oprimas con penas ni fatigas,
señora, el ánimo.
(…) ¿Quién es, oh Safo, la que te agravia?
que si te huye, no tardará en seguirte;
(…) si no te ama, no tardará en amarte
mal que le pese.

Poema de Safo despedida a una amiga que deja la isla y su círculo

Deseo morir, sinceramente.
Ella me ha abandonado derramando
un arroyo de lágrimas. Y me dijo ¡Ay de mí!
¡Cuan terribles penas nos asolan!
Safo, con el alma lo digo, te abandono muy a mi pesar.
Y yo te respondí
Parte contenta y acuérdate de mí….

Notas

Calvo Santos, M. (2028). Safo de Lesbos. Vía Google. Edición digital. Rabanal Álvarez, M. (1968). Safo. Antología. Selección de sus obras. Madrid. Ed. Aguilar.
Miguez Baños, A. (2018). Safo de Lesbos: el gorrión entre las rosas. Vía Google. Editorial Zenda Edhasa Foro digital.
Rodríguez Tobal, J. M. (1990). Safo, Poemas y fragmentos. Madrid. Ed. Hiperión
Wikipedia (2023) Safo. Vía Google. Wikipedia la enciclopedia libre.